Debemos diferenciar entre la huida de cerebros (investigadores jóvenes sin opciones) y la marcha de Izpisúa. Éste señor es una "superestrella" de la ciencia, por así decirlo, un "highly cited scientist", y tendrá financiación donde quiera siempre. Con la información que hay ahora sobre la mesa creo que las administraciones han hecho bien en dejarlo ir y nombrar a Ángel Raya (con un curri nada desdeñable) como nuevo director. El CMRB ha funcionado de forma personalista, como una factoría para incrementar el número de publicaciones de Izpisúa, y él no ha dedicado tiempo a la gestión del centro. Además, se ha apropiado de las líneas de investigación y las patentes, algo inaudito y completamente injustificado, un expolio en toda regla. En resumen, hay que agradecerle la creación del centro (se hizo para él tal y como pasó con Barbacid en el CNIO o Esteller y el PEBC) pero a partir de ahí creo que ser una megaestrella no debe significar tener derecho de pernada. Las administraciones deberían batallar ahora para que no se lleve la ciencia en marcha en el centro, esto es una barrabasada.
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La ciencia es intrínsecamente críptica, al nivel de otras áreas como la filosofía o la lingüística. Es difícil desarrollar ocio (series de televisión por ejemplo) en el cual el contenido principal sea el problema y el trabajo científico puro. Yo me contentaría con que se promueva la valoración social de la ciencia. En EEUU esto está muy arraigado, la gente admira a los investigadores y conocen la dureza y el sacrificio que implica la profesión, así como el beneficio que aporta a la sociedad y a la economía. Lo de nuestros líderes políticos no es un problema de desconocimiento, saben muy bien que modelo económico quieren para nuestro país: construcción, sol, playa, pandereta... Un modelo económico que puedan parasitar fácilmente para su propio beneficio.