¿Y lo de las sillas de ruedas qué? La mía, una normal de aluminio, recién estrenada en el primer vuelo ya parecía que tenia meses de las rozaduras con las que salió y en otro me jodieron un rueda, pero me di cuenta en el parking al desmontarla para meterla en el maletero... Ahora va a hacer un año que la tengo y tras varios vuelos, creo que ocho, parece que tiene 3 o 4 años y cada vez que vuelo me cago vivo por si en una de estas se queda inutilizable
He estado viviendo durante un curso escolar entero en un edificio que da justo al paseo de las Canteras, en las Las Palmas. Un día llegue a contar veinte victimas. Lo peor, que eran de tamaño baby y pequeñas (más difíciles de matar) Las grandes estaban en la parte baja, el sótano (era un antiguo hotel setentero) y no podían entrar por el desagüe, o por debajo de la puerta, menos mal.
Nunca he tenido manía a ese bicho, de hecho hace años, tuve una mini plaga en mi casa, en Madrid, se soluciono con trampas y unos días. Pero lo que viví en ese piso, junto a mi pareja, que la pobre desayunaba mientras se paseaba una por encima de la mesa (tamaño baby o pequeña) o viendo unas antenas en la pantalla de su móvil,ya en la cama, a punto de dormirse, no lo he vivido jamás y espero no volver a hacerlo
Cuando entrabamos y ya era de noche, dábamos la luz, y las veías, de tres a cinco corriendo a esconderse, como si las hubiéramos pillado de fiesta
La media diaria; unas diez, aunque como dije, he llegado a matar veinte. Ah, ni trampas ni leches, menuda invasión, el fusfus para reducir su velocidad y cambiar la ruta del bicho, papel higiénico y al WC. Lo de pisarlas me da un ascazo tremendo
Sólo recuerdo cuatros semanas, no consecutivas en las que no vimos ni una, fumigaban y daba gusto. El piso, enano, 40-50m2 aprox, así que imaginad el panorama. Cuando nos dimos cuenta del cuadro ya estábamos instalados y enamorados del lugar, que sino mi pareja no se queda ahí. Hay cosas peores en esta vida... que en lugar de babys o pequeñas hubiera sido grandes...
Ahora, volvería, porque tengo cariño al lugar, a algunos vecinos, al portero que vale un montón, pero vaya tela con las cuquis.
P.D: Quizás alguien sabe de lo que hablo, conoce el edificio del que hablo (sí ese de los pasillos del hotel del Resplandor), y sabe que no exagero nada