#2 Siendo de izquierdas yo no milito en ninguno de los dos bandos, más que nada por desconocimiento: no tengo ni puta idea de porqué se llevan a matar, pero se llevan a matar. Y al igual que veo insultos de parte de los morados, llevo muuuucho tiempo viendo pullas del otro lado, desde Vallín a aquella que justificó el acoso al chalet desde el atril de un mitin de campaña. Me temo que en esta guerra no hay ni buenos ni malos, sólo víctimas: los votantes de izquierdas, que estamos hasta los huevos. Bueno, por lo menos yo estoy hasta los huevos, no me puedo erigir en representante de nadie.
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#5 Es que además, desde fuera, da la sensación de que los artículos, declaraciones, tuits y demás que se lanzan los unos a los otros están trufados de pullas "internas": es decir, pullas que en el fondo sólo entienden los que están en la pomada; como los chistes internos, pero a mala leche. Entonces uno se pregunta si están escribiendo para todos o sólo para ganar puntos y victorias en una guerra interna, pequeña y mezquina que en el fondo sólo les interesa a los participantes mientras que los demás sólo podemos menear la cabeza con desconsuelo.
Y estoy seguro de que en la derecha tienen las mismas guerras e incluso peores, pero al menos tienen la decencia de no hacerlas públicas. En la derecha, cuando hay guerra, los espectadores vemos el resultado de las batallas y como mucho alguna recopilación de "mejores momentos". Las guerras de la izquierda son tan abiertas que la sangre vertida salpica hasta la fila doce, por lo menos. Y si te descuidas te cae a tí también un balazo.