Han surgido una serie de articulistas iluminados que intentan abrir un debate: sobran funcionarios en España. Primer error de estos señores, en la administración trabajan empleados y empleadas que son funcionarios, pero también hay laborales. También trabajan miles de asesores que utilizan los partidos políticos en los ministerios, diputaciones, ayuntamientos, autonomías, etc., porqué son y constan como funcionarios interinos, con una alta remuneración y que engordan de manera notable los números presentados por el ministerio.
Comentarios
No están mal los tags
muy original...
#2 claro, por eso lo digo
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20minutos.esNo nos quejamos de la falta de médicos o de la falta de policía. Nos quejamos de la mala atención hospitalaria o de la delincuencia, que es distinto y, sobre todo, no tiene por qué ser consecuencia de lo primero.
La mala gestión del personal de un hospital (contratos leoninos, horarios leoninos y todo leonino) afecta a las personas que, aún haciendo lo que pueden, a duras penas si resisten la tensión. Respecto a la policía, por poner otro ejemplo: cuántos policías hay en tu municipio y cuántos realmente patruyando la ciudad?
De lo que nos quejamos es de la mala gestión de los fondos públicos que, a fin de cuentas, es nuestro dinero.
Aqui esta la foto del meneo, como siempre genial de Forges:
http://diario.grumpywolf.net/imagenes/funcionarios2.jpg
No hay foto pero meneo.
Hoy he esperado una hora de cola en el médico, teniendo cita previa.
Una de la máximas de la macroeconomía, incluyendo la corriente neo-con: En tiempos de crisis aumentar la dueda pública. En tiempos de bonanza austeridad.
#4 El fijo es el de la derecha.
#1 original... y vaguete..., que sólo le ha puesto comas al título.
Empleados y empleadas está mal escrito. Poner las dos palabras ignora el género epiceno (http://es.wikipedia.org/wiki/Epiceno) y sólo puede usarse cuando se va a comparar datos sobre, mujeres en este caso y hombres. Por ejemplo, para comparar cifras de ambos sexos sí debe hacerse la distinción: los empleados trabajan de mañana y las empleadas de tarde.
Es un ejemplo absurdo, pero totalmente cierto.