#7 el juez que ignora esto es inepto o... como era aquello de dictar una resolucion sabiendo que no se ajusta a derecho? prevari...
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El precio de la vivienda viene a "solventar" uno de los grandes problemas del capitalismo: la independencia del trabajador.
Ya en el siglo 19 se hablaba de como la independencia, riqueza y prosperidad del individuo era una amenaza. Podemos verlo en los escrito de esta época de Wakefield donde se lamenta de que a pesar de haber recursos en abundancia y grandes capitales dispuestos a invertir se topaban una y otra vez con el mismo problema: la libertad material – es decir, la verdadera posibilidad de enriquecerte con tu propio trabajo – hacia que los trabajadores rápidamente se emanciparan de sus patrones y se establecieran por su cuenta propia.
Es decir, la libertad no fomentaba el Capitalismo, si no que lo socavaba por la base al sustraerle su elemento fundamental: trabajadores disponibles.
Wakefield llega a decir: «Si el capital [..] estuviera distribuido en porciones iguales entre todos los miembros de la sociedad […], a nadie le interesaría acumular más capital que el que pudiese emplear con sus propios brazos. Es este el caso, hasta cierto punto, en las nuevas colonias norteamericanas, donde la pasión por la propiedad de la tierra impide la existencia de una clase de trabajadores asalariados» (England and America, vol 2, pagina 33), y continua «Donde la tierra es muy barata y todos los hombres son libres; donde cualquiera que lo desee puede obtener para sí mismo un pedazo de tierra, no sólo el trabajo es muy caro en lo que respecta a la parte que de su propio producto toca al trabajador, sino que lo difícil es obtener trabajo combinado, a cualquier precio que sea» (Ibídem, vol. I, p. 247) «Aunque el producto a dividir entre el obrero y el capitalista sea grande, el obrero se apropia de una parte tan considerable que pronto se convierte en capitalista… Pocos, en cambio, aunque alcancen a una edad inusualmente avanzada, pueden acumular grandes masas de riqueza» (Ibídem, vol. I, p. 131) «Pronto dejan […] de ser asalariados, se […] transforman en campesinos independientes, e incluso en competidores de sus ex patrones en el mercado mismo de trabajo asalariado» (Ibídem, vol. II, p. 5)
Su discípulo Merivale termina de describirnos la situación «Debido al alto nivel de los salarios en las colonias existe un deseo apasionado de trabajo más barato y servicial, de una clase a la que el capitalista pueda dictarle las condiciones, en vez de tener que aceptar las que ella le dicta… En países civilizados desde antiguo, el obrero, aunque libre, depende del capitalista por una ley de la naturaleza; en las colonias debe crearse esa dependencia por medio de recursos artificiales» (Lectures on Colonization vol. II, pp. 235-314)
Ante esta situación Wakefield propone una sencilla solución, el Estado se apoderará de todo el suelo aún sin propietario y luego lo venderá a un precio tal que cualquier trabajador que quiera establecerse por su cuenta se vea obligado a trabajar – dependiendo de un capitalista – no solo mucho más tiempo que antes, si no hasta haber producido una ganancia para su empleador que sirva de indemnización por su marcha y que sirva para sufragar la importación de nuevos trabajadores del extranjero que puedan mantener la oferta de trabajo alta y con ello su bajo salario.
Repetimos por si no queda claro, «Si se aplica este plan, la oferta de trabajo tendrá que ser constante y regular; primero, porque como ningún obrero puede obtener tierra antes de haber trabajado por dinero, todos los obreros inmigrantes, al trabajar combinadamente por un salario, producen capital a su patrón para el empleo de más trabajo, en segundo lugar, porque todo el que colgara los hábitos de asalariado y se convirtiera en propietario de tierras, precisamente al comprarlas aseguraría la existencia de un fondo destinado a transportar nuevos trabajadores a las colonias» (England and America, vol 2, pagina 192). Y, por si quedan dudas, nos describe el precio que debe tener la tierra como aquel «que impida a los obreros convertirse en campesinos independientes hasta que otros estén allí para llenar su lugar en el mercado de trabajo asalariado» (Ibídem, p. 45)
La solución propuesta por Wakefield no ha sido la única, aunque claramente podemos ver que esto que dice Wakefield es más o menos lo que pasa con el precio de la vivienda.