La acción de esta clase de academias consiste en inventarse una ortografía lo más distinta de la normativa y aceptar toda clase de barbarismos para simular que el catalán es distinto del catalán que se habla más cerca.
Lo mismo que el equivalente que hay en Valencia. Sólo que en Valencia hay una dificultad añadida que viene de que el catalán normativo se escribe exactamente según la pronunciación del valenciano. Así pues la academia de que el valenciano no es catalán se ha tenido que inventar una ortografía rarísima que lo único que logra es que se parezca poquísimo a como se habla el valenciano.
Debería ir sin decirlo, porque debería saberlo todo el mundo, que todo esto no son más que ataques políticos contra la lengua catalana.
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#7 Además que esta clase de academias son chiringuitos. No creo que tardemos poco en ver noticias relacionadas con su financiación.