O sea, que El Economista mintió en un artículo en plena campaña electoral, y tiene que rectificar esas mentiras públicamente.
Bueno, parece que El Economista pierde algo más de credibilidad, y posiblemente gane más forofos y acólitos de la "información interpretada" que tanto abunda en "la prensa seria".
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#7 Es que no es poner la mano en el fuego por un político, es simplemente señalar un nuevo proceso judicial que parece más centrado en generar titulares durante campaña que en tratar un asunto real. Pablo Iglesias no es santo de mi devoción, e Irene Montero tampoco me parece la política más brillante del planeta, pero cuando vi que había un señor juez mirando fotos para ver quien sujetaba a sus niños también tenía claro que todo aquello era una pantomima sin que estuviese la cosa finiquitada todavía.