La industria automotriz europea atraviesa uno de los momentos más inciertos de su historia reciente. Entre objetivos climáticos cada vez más exigentes, un mercado que avanza más lento de lo previsto y el empuje de fabricantes chinos de vehículos eléctricos, los fabricantes alertan: Europa necesita un plan realista y coherente si quiere conservar su capacidad industrial y evitar una pérdida estructural de empleo. Esta es la conclusión que saca Jim Farley, CEO de Ford, en el texto que ha publicado en Financial Times.