Porque si el objetivo es conciliar con el capital, optimizar la productividad y no perder tiempo en esas cosas blanditas como la infancia, vamos a hacerlo bien del todo. Porque no olvidemos lo esencial: los niños y niñas no son personas en desarrollo, son adultos en prácticas. Y cuanto antes entiendan que la vida es larga, cansada y sin pausas, mejor para todos.