Los papeles que demuestran que hay grandes fortunas evadiendo impuestos a través de sociedades paralelas son tan reales como el cambio climático. Están ahí, dando por culo a todo el mundo, se sabe perfectamente cual es su origen y hay que ser muy capullo o muy interesado para negar su existencia. Pero de ahí a encontrar una solución aceptable hay tres tristes trechos, no uno.
Hace muchos años, cuando se comenzó a materializar la globalización, escribí que eso de dejar que el dinero circulase libremente en un mundo donde cada país mantenía su soberanía y elegía la forma de sus impuestos no era una idea brillante. Entonces me llamaron carca y retrógrado, porque ir contra la globalización era estar a favor de los señores medievales en sus castillos y los trogloditas en su cueva. Vale, carca y retrógrado, de acuerdo, pero el hecho es que si se mantiene la soberanía de cada país, siempre habrá un número de ellos que consideren interesante vivir de recaudar una migaja de lo que correspondería a otros, y vivir tranquilamente de miopía fiscal. Así surgieron las irlandas, sandwichs holandeses, fideicomisos en Delaware y todas esas porquerías que ya conocemos. Es muy rentable, sobre todo para los países pequeños,competir fiscalmente con los grandes ofreciendo rebajas a ciudadanos y empresas extranjeras que de otro modo no pararían por allí ni limpiarse los bajos, y como la soberanía va de eso, pues no hay gran cosa que pueda hacerse. Y por cierto, de eso van las competencias autonómicas también en un país descentralizado, y por eso nos echamos las risas que nos echamos con la fiscalidad madrileña, navarra o riojana, por ejemplo, por citar tres que presentan problemáticas diferentes.
¿Y qué pasa con el cambio climático? Pues lo mismo. Que mientras el problema sea global y las soluciones tengan que pasar por el filtro de cientos de soberanías diferentes, con diferentes intereses y diferentes votantes, siempre habrá quien tenga interés, y mucho, en que la solución sea cosa de los otros. Y lo peor de todo es que tendrá razón, porque en esa dinámica de "tonto el primero", el que intenta dar ejemplo es el que se come todos los perjuicios sin aportar nada real a la solución del problema. Es como el que intenta parar una inundación poniendo muros en un trozo de calle. Si la calle tiene veinte metros de ancho y haces diques en diez metros, ya verás cómo te va. Como si los haces en doce metros. Como si los haces en quince. O la solución es global, o es idiota. No hay más opciones.
¿Y qué pasa cuando lo digo? Que me llaman carca también. Que soy una especie de monstruo trumpiano por recordar que, mientras existan las soberanías nacionales, sólo hacemos esfuerzos inútiles afrontando localmente los problemas globales.
Comentarios
#9 No necesariamente, igual que no tiro un papel al suelo aunque éste esté lleno de mierda.
Para mí es una situación inaceptable, llámalo cuestión de conciencia si quieres (claro que en parte es eso), pero si pienso que las cosas se pueden hacer de otra manera para que nos vaya mejor a todos, no me entra en la cabeza no hacerlo, aunque realistamente (y eso lo asumo) lo que hago no influya en lo más mínimo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Federaci%C3%B3n_Unida_de_Planetas
"La Federación Unida de Planetas, conocida también como la UFP (por sus siglas en inglés, "United Federation of Planets") o sencillamente la Federación, es un Estado interplanetario ficticio desarrollado para la franquicia de ciencia ficción Star Trek..."
#6 Siendo conscientes de que hay un problema, para mí es un error no intentar cambiar lo necesario. Lo veo como una cuestión de responsabilidad personal y/o colectiva.
Esperar a que haya una solución global es la mejor receta para perpetuar el problema, como lamentablemente también lo es el hecho de que este acuerdo global no exista ni lo vaya a hacer.
No hay solución posible, ahora, de irnos a la mierda igualmente, prefiero hacerlo sabiendo que hice todo lo que pude por evitarlo antes que sentarme a esperar a que todos "se animen".
No siendo igual, podríamos plantearnos que, aún sabiendo que la exclavitud está mal, no vamos a prohibirla "porque las consecuencias económicas serían terribles y nos pondría en desventaja", mejor esperar a que todos los países decidan abolirla.
#8 Yo te entiendo, pero me parece que la tuya es, con todo el respeto, una postura religiosa.
"No arreglo nada, pero tengo la conciencia tranquila"·
No sé, pero pero preferiría un poco más de realismo.
Estás hablando igual que Greta Thunberg. De verdad que no me lo esperaba de ti. Meneado.
#5 Con la diferencia, acaso, de que creo que mientras esto no se consiga, es mejor no hacer nada, porque a menudo es contraproducente...
El saben aquel que diu... "la dialéctica de estados existe"...
El tema es que puede ser peligroso detener algunos impulsos, tanto de la humanidad como individuales, de forma apresurada y a lo bestia. Puede ser contraproducente. Todavía no se tiene una "razon global totalmente cierta" para la forma de resolver los dos temas.
A veces lamentablemente es así, necesitamos esperar señales que nos digan si el camino es correcto. Mientras seguirá habiendo mucha desigualdad y más desastres naturales.
Por el contrario si tardamos demsiado nos vamos a extinguir solitos coincido en una solucion global.
#0 Hombre... Si abogas por una unión total de todos los países en una única nación llamada Tierra, no me pareces nada carca ni retrógrado sino todo lo contrario.
Pero sí utópico, iluso, soñador, ingenuo...
Por eso la solución es que todos vosotros terrícolas me aceptéis como emperador del mundo y hagáis como yo quiero.
Sólo perdía un minuto en intentarlo.