Yoko Ono ya es una señora mayor. Aún así, se conserva muy bien. Una buena alimentación, horas de meditación mística oriental y, sobre todo, una imagen muy cuidada. Gusta de ponerse unas gafas de sol, caídas a la altura del cartílago de la nariz, y un trilby inclinado hacia atrás, mientras acude a todo tipo de eventos de arte contemporáneo. En muchas ocasiones, incluso la invitan a actuar . Yoko Ono sigue haciendo lo mismo