Como veis, hace mucho tiempo que no escribo sobre la guerra de Ucrania, pero no por eso he dejado de seguirla. Lo mismo sucede en la mayor parte de los medios de comunicación: es curioso que en un momento de sobreinformación como este, no se comente prácticamente nada sobre la evolución del frente, pero ya nos tienen acostumbrados a que la palabra guerra se represente por asépticas fotografías de hormigón aplastado, evitando mostrar el verdadero trauma de los cuerpos rotos.
Al contrario de lo que sucedía, y aún sucede en Gaza, donde uno de los ejércitos más potentes del mundo arramblaba con todo frente a una milicia prácticamehnte en alpargatas, en Ucrania SI tenemos una guerra. Allí, en los últimos meses, la situación se ha deteriorado gravemente para los defensores ucranianos en algunos puntos críticos del frente. La verdad es que se ha deteriorado en casi todas partes, pero hay que señalar dos puntos principales: el frente de Porkrovk y el frehte de Kupiansk.
Este es el mapa del primero, sacado, como siempre de @Suriyakmps

Como puede verse, los rusos han conquistado prácticamente toda la ciudad de Pokrovsk, última defensa importante en el Donbás, de las que venían reforzándose desde hace 11 años, y han sometido a lo que es casi un cerco a todas las tropas defensoras de Myrnograd y sus aledaños. Como viene siendo habitual, los rusos no van a cerrar el cerco para atrapar dentro a los ucranianos, sino que los van a hacer huir por ese estrecho pasillo, abandonando todo el material pesado a sus espaldas, y practicando el tiro al pichón con ellos mientras salen. Los cercos completos han demostrado ser mucho más costosos para el atacante porque los defensores, desesperados, resisten hasta el último hombre, causando grandes bajas a los atacantes. Por este sistema del cuasi-cerco, los defensores conservan la esperanza de salir, lo intentan, y algunos lo consiguen, pero abandonan la idea de defender con uñas y dientes sus posiciones.
En cuato a Kupiansk, recobrada por los ucranianos en la brillante contraofensiva de 2022, la situación es más difícil de ver en el mapa, pero igualmente crítica:

Aquí, entre los dos bordes rusos, en naranja, parece que hay un amplísimo espacio, pero se trata de un río, el Oskil, muy difícil de cruzar y sobre el que sólo hay dos puentes, destruidos, en Kupiansk-Vuzlovyi. Todas las tropas ucranianas que han quedado al Este de ese río, dependen de esas dos vías casi imposibles para su aprovisionamiento y su huida.
Tanto en el primer caso como en el segundo, los ucranianos se verán obligados en pocas semanas a evacuar estos puntos. La situación en el recodo del río Donets, junto a Siversk, no es mucho mejor, por lo que toda la defensa de Sloviansk y Kramatorsk, últimas grandes ciudades del Donbás, depende ahora de la defensa de Izium, un ciudad clave que también rcuperaron los ucranianos en Septiembre de 2022.
A mi entender, quedan varios meses aún para que los rusos puedan alcanzar Izium, pero cuando lo hagan, el Donbás entero estará condenado sin remedio.
Entre tanto, parece probable que las operaciones rusas continúen en el sur, cerca de Giuliapole, y avancen por las llanuras, mucho más difíciles de defender, una vez haya caído Pokrovsk. Sin embargo, al contrario de lo que dicen mucho analistas, no me parece probable que asalten Konstanyvka en fechas próximas, porque semejante esfuerzo no tendría sentido operativo si se pretende, como parace, una vez más, generar un semicerco en torono a las dos grandes urbes de Sloviansk y Kramatorsk.
Con esta situación en el frente, este invierno tendremos indicios de si los rusos pretenden quedarse simplemente con el Donbás o avanzan hacia otras regiones. Yo apostaría por lo segundo, pero tampoco tengo grandes argumentos para ello: se trata de una simple opinión personal.
Así las cosas, no es de extrañar que Putin dé largas a todos los intentos por alcanzar un alto al fuego que sólo serviría para dar aire a los ucranianos, muy asfixiados enj el frente. Esa es la lógica de la guerra.
HeilHynkel
salteado3