Estamos viviendo unos meses muy extraños en los que los nervios están a flor de piel, nos replanteamos posiciones económicas y políticas y tenemos que aguantar que Rosa Díez o Rallo parezcan dispuestos a liderar la toma del Palacio de Invierno.
Pero de la misma forma miles de liberales se replantean su ideología, un comunista como yo, empieza a molestarse por la irresponsabilidad de ciertos sectores sindicales y políticos de alentar a una semihuelga de consumo en estos momentos. Y es que, partiendo de la base médica actual de que la mayoría de la gente vamos a contagiarnos del coronavirus y esta cuarentena forzosa sólo pretende frenar la expansión para no saturar el sistema sanitario no entiendo porqué se está insultando desde balcones a albañiles, jardineros, repartidores a domicilio...
Esto va a ir para largo amigo, si a ese jardinero que trabaja al aire libre sin apenas contacto con nadie en sus 8 horas de tajo su empresa le manda para casa va a ir directo a un ERTE. Y si la empresa es pequeña, que en este sector lo suelen ser, puede que no se recupere de este varapalo de ceses de contratos. Dejando a un lado que, el mundo no se para, es primavera y en un mes sin segar los parques van a acabar postapocalípticos.
Las obras tampoco se pueden parar, tanto las grandes, que dependen de grandes presupuestos municipales, autonómicos y estatales; como las pequeñas, que dan de comer a miles de pequeñas empresas familiares. Además, de ser un sector en el que, a excepción de las primeras horas en los vestuarios, el trabajo suele ser a metros de distancia unos de otros. Los EPIs son fáciles de controlar y obligar a esa gente a quedarse en casa no tiene más sentido que hacerlo porque te molesta que estés tu encerrado y ellos "al aire libre".
Pero qué voy a contar de los envíos a domicilio. Que sólo se hagan si es algo indispensable dicen hordas de progres en las redes sociales. ¿Exactamente por qué? La única opción de compra que podría ayudar a frenar la hostia económica que nos vamos a dar y que encima tiene unas protecciones para los trabajadores facilísimas no podemos desecharla. Muchos pequeños negocios dependen ahora mismo de este tipo de venta, muchos puestos de trabajo. Me da igual que vayas a comprar arroz para comer, que una mancuerna para mantenerte en forma, que un satisfyer para no perder la cabeza... no te dejes amedentrar, compra. Y hazlo en pequeños negocios.
Bueno, os dejo, que me voy al estanco a comprar tabaco. Pero antes, pasaré por la frutería que hay junto a ella, tras sufrir algún que otro insulto desde los balcones por comprar en un establecimiento que "no es indispensable, teniendo el Mercadona".
Comentarios
De tomar las mismas medidas en Madrid que en Villapontones de Valdelienzo ya hablamos otro día.
#1 En Villapontones hacen lo que les sale de los huevos, proque la última vez que vieron a la Guardia Civil por allí fue en 1988 cuando se le perdió una vaca a Belarmino...
Y apareció a las tres semanas en el monte... Preñada...
ç
(sé lo que me digo....)
Sí, los envíos a domicilio, de pequeños negocios...
#0 Estoy de acuerdo con que la economía no se puede parar en seco como algunos piden, eso es malo para todos, creo que muchas veces se dicen cosas así a la ligera sin tener en cuenta o ser realmente consciente de lo que esto significa...
Dicho esto, también creo que, al menos en estas primeras semanas en las que se prevé un alto N° de contagiados, el gobierno debería indicar que sectores son estratégicos y cuáles no, sobre todo en grandes ciudades: da miedo seguir viendo a la gente medio apelotonada en los metros y cercanías.
Por otro lado me intriga mucho como será el momento en el que se decida parar la cuarentena: el virus supongo que seguirá activo, al salir a la calle aumentarán de nuevo los contagios... Y todo esto aparte de la psicosis de la gente una vez vuelva el contacto en un ambiente donde sigue activo el virus... No sé...