En la mayoría de las familias por no decir todas, desde muy niños nuestros padres acostumbran a inscribirnos en alguna actividad física o a practicar algún deporte como por ejemplo podemos mencionar:
- Béisbol.
- Fútbol.
- Natación.
- Basquetbol.
- Danza.
- Karate.
- Boxeo.
- Atletismo.
- Tenis.
- Entre otros.
¡Pero! ¿Qué ocurre cuando nos damos cuenta de que poseemos alguna cualidad deportiva?
Cuando nos damos cuenta de que poseemos alguna cualidad atlética o deportiva, muchas veces no la sabemos explotar o llevar al éxito, y no es porque no queramos sino por la sencilla razón que generalmente no contamos con una asesoría adecuada para desempeñarnos exitosamente en la cualidad deportiva que poseamos.
En los diferentes deportes existen personas destinadas al reclutamiento de posibles prospectos y en busca de nuevos talentos, sin embargo, existen ocasiones donde por alguna u otra razón no puedes acudir o estar en un evento donde estos reclutadores estén buscando esos posibles talentos.
Pero ¿Qué ocurre cuando eres captado por estos reclutadores?
¡Aja! También es un gran dilema, donde interviene de igual manera la falta de asesoría, porque siempre las edades donde captan los nuevos talentos deportivos es cuando los niños y adolescentes se encuentran en el ciclo escolar.
¡Entonces! ¿Dónde está el dilema o cuál sería el problema?
Sencillamente que al no ser mayores de edad y poder tomar decisiones a nivel legal, entonces dependen de los padres para todo tipo de trámites legales, entre ellos un posible contrato para que el niño o adolescente se valla de lleno a formar parte de ese deporte, donde estarán destinados a constantes y sacrificados entrenamientos.
Para nadie es un secreto que los padres siempre quieren y desean lo mejor para sus hijos, les gustaría verlos graduarse y formarse como profesionales en alguna carrera académica.
¿Acaso que el deporte no puede ser una carrera?
Claro que, si puede ser una carrera deportiva, es más puede ser tan exitosa y tan talentosa que quizás una carrera académica no la supere, pero no es cuestión de comparar ni de establecer diferencias entre una y otra, sino de tener en claro que ambas requieren esfuerzos y sacrificios para lograr tener éxito.
La base para lograr el éxito tanto en una carrera académica como deportiva es la constancia, la dedicación y sobre todo la disciplina que puedas tener para su desarrollo y evolución.
Las oportunidades en la vida no voy a decir que solo existen una sola vez, sino que no siempre no ocurren constantemente, motivo por el cual debemos reflexionar para tomar sabias decisiones evitando al máximo los perjuicios.
Ser exitoso en una carrera deportiva no es nada fácil, está llena de muchos sacrificios incontables como, por ejemplo:
- No estar en casa por prolongados lapsos de tiempo.
- En algunos casos pausar los estudios.
- Alejarse de sus amigos y familiares.
- Practicar y entrenar constantemente.
- Estar dispuesto a viajar frecuentemente.
- Y muchos más.
No hay que poner en discusión que son los atletas y los deportistas quienes conocen muy bien todos los esfuerzos y sacrificios que tienen que hacer para lograr el éxito y son ellos quienes tienen la experiencia para darnos lecciones de voluntad, constancia y persistencia.
Todas las actividades deportivas dejan algún aprendizaje de mucho valor para sus vidas, concluyendo en que todas requieren de mucho esfuerzo, disciplina y constancia
¡Ahora bien! Llego el momento de la reflexión.
Gracias a la experiencia, la gran fama que han alcanzado, y a sus logros obtenidos, vamos a citar una frase de Muhammad Ali (boxeador estadounidense, considerado el mejor de todos los tiempos).
“Detesté cada minuto de entrenamiento, pero me dije: No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”.
Sus palabras tienen mayor confiabilidad porque sencillamente el predica con el ejemplo.