Si uno lo piensa durante unos momentos detenidamente, terraplanistas aparte, la esfera es la forma más lógica para un planeta. Es decir, sin ni siquiera pensar en la fuerza moldeadora de la gravedad, si nosotros nos plantamos en cualquier punto de la superficie terrestre y miramos a nuestro alrededor, no veremos nunca un "límite" donde el suelo se acabe abruptamente bajos nuestros pies. La única figura geométrica en la que se puede conseguir esto en un volumen finito es la esfera.
Siguiendo con el símil anterior, pensemos en el universo.
El universo observable tiene un radio de 46 mil millones de años luz. Como sabéis, esto se debe a que llegado a ese punto lo único que vemos es la primera luz emitida tras el Big Bang. Esto ocurre en cualquier dirección que miremos y miremos donde miremos, siempre vemos lo mismo: galaxias y más galaxias.
Pero si fuésemos capaces de desplazarnos hasta el borde del universo observable, y allí desplegáramos de nuevo nuestros telescopios, el resultado sería similar. Nunca llegaríamos a ver ningún "borde" o "límite" donde el universo se acabase abruptamente, porque realmente tampoco tiene mucho sentido. Tras una pared, siempre existe el lado opuesto.
¿Significa esto que el universo es infinito? No tiene por qué. Al igual que la Tierra, puede ser finito, pero no tener un final. Solo que en este caso, al contrario que en la superficie de nuestro planeta, ese final no se alcanzaría al desplazarnos en ninguna de las direcciones del espacio tiempo. Es decir, si nos desplazásemos durante el suficiente tiempo en una dirección, acabaríamos alcanzando el punto de partida.
Una especie de "redondez" tridimensional.
Reflexionando sobre este tema, aunque no sé si es la más aceptada en la comunidad científica actual, esta es la posibilidad que más me cuadra a nivel mental.
Aunque eso no significa que sea la real, claro.