Hace 3 años | Por Noctuar a investigacionyciencia.es
Publicado hace 3 años por Noctuar a investigacionyciencia.es

Un llamativo ejemplo de cómo dos seres sin relación directa entre sí pueden desarrollar evolutivamente rasgos similares, lo encontramos en un saltamontes de la selva tropical que posee oídos curiosamente similares a los de los humanos y otros mamíferos, aunque su órgano auditivo se aloja en el recodo de sus patas delanteras. El insecto, un ortóptero con cara amarillo-anaranjada de la isla Gorgona en Colombia, tiene estructuras auditivas similares al tímpano y a la cóclea humanos, que le ayudan a evitar depredadores como los murciélagos.