La realidad es mucho más cruel que la ruleta rusa. Primero, dispara la bala fatal con poca frecuencia, como un revólver con cientos, incluso miles, de cámaras—en lugar de seis. Después de unas docenas de intentos, uno se olvida de la existencia de la bala, vive bajo una falsa sensación de seguridad. Manipulamos la historia, ya que los jugadores, inversores y cualquier persona incurriendo en riesgos, sienten que este tipo de cosas que les suceden a otros no necesariamente les sucederán a ellos. En segundo lugar, a diferencia de un …