El descubrimiento más fascinante si cabe es el hallazgo de una instalación de conducciones de libación. Dos tejas semicirculares se colocaban en posición vertical para formar un canal que permitía verter líquidos sobre la tumba (ya fuera vino, cerveza, hidromiel...). E incluso se añadía una pequeña copa junto a la entrada del canal, lo que sugiere un uso ritual durante las visitas conmemorativas (o quizá como ofrendas a los dioses del inframundo como Plutón.