El programa F-35 Joint Strike Fighter cierra el año 2025 no con soluciones, sino con la certificación oficial de una crisis de gestión que ya ha trascendido lo técnico para convertirse en un riesgo sistémico. El reciente informe del Inspector General del Departamento de Defensa (DODIG-2026-039), publicado el 19 de diciembre, actúa como la "evidencia forense" de las advertencias que planteamos en septiembre pasado sobre la falta de predictibilidad y los sobrecostos del programa.