Son afirmaciones que oigo constantemente, pero son falsas. Y es que la gestión de los incendios forestales no es cuestión de opiniones: hay normas jurídicas y competencias claras que definen cómo deben actuar las administraciones y cuáles son nuestras responsabilidades como ciudadanos. La Ley 43/2003 de Montes no prohíbe limpiar, recoger frutos o hacer quemas. Al contrario: obliga a hacerlo dentro de una gestión forestal sostenible y la prevención de incendios.