Una de las razones de que las élites sólo hablen entre ellas es la ausencia de instituciones promotoras de conversaciones generales que atraviesen las barreras de clase. La vida cívica requiere lugares en los que las personas se encuentren como iguales, sin tener en cuenta la raza, la clase o el origen nacional. Debido a la decadencia de las instituciones públicas —desde los partidos políticos hasta los parques públicos y los lugares de encuentro informal— la conversación se ha convertido en algo casi tan especializado como la producción del conocimiento. Las clases sociales se hablan a sí mismas en un dialecto propio, inaccesible para los de fuera. Sólo se tratan en las ocasiones ceremoniales y las fiestas oficiales. Los desfiles y otros espectáculos parecidos no compensan la ausencia de asambleas informales. Hasta el pub y la cafetería, que a primera vista no tienen nada que ver con la política o las artes cívicas, hacen su contribución a la clase de conversación que recorre sin rumbo fijo todo tipo de asuntos y que es el suelo abonado sobre el que florece la democracia; actualmente, incluso estos lugares de encuentro están amenazados de extinción a medida que los vecindarios van siendo sustituidos por los centros comerciales, las cadenas de comida rápida y las tiendas de comida cocinada para llevarse.
La rebelión de las élites. Christopher Lasch (1995)
Comentarios
Meneame es un sitio donde pueden conversar gente de distintas opiniones, procedencias, situaciones etc y al final lo que ocurre es que se dedican a insultarse y a intentar silenciar a los otros a base de negativos.
Imagino que en el mundo real, aunque no ocurra tanto por la falta del anonimato y al estar cara a cara, tampoco supondría mucha diferencia.
La gente tiene la mente cerrada a lo que no sea sus propias opiniones.
#3 Es jodido esto, la identificación visceral con nuestras opiniones nos ciega.
Hay una enfermedad que conlleva no sentir dolor, impidiendo movimientos posturales que acaban por atrofiarnos. Lo mismo pasa en relación al diálogo y al intercambio de opiniones, nos atrofian la "mente". El dolor y las incoherencias son útiles, sirven para algo... Lástima que neguemos el sufrimiento y lo que él nos enseña.
Interesante, no lo conocía, habrá que echarle un ojo. De la wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/La_rebeli%C3%B3n_de_las_%C3%A9lites_y_la_traici%C3%B3n_a_la_democracia
Este libro-testamento defiende la idea que la democracia ya no está amenazada por las masas pero sí por los que están en la cima de la jerarquía social.
El periodismo moderno también es una diana de Lasch ya que favorece la difusión de informaciones que pretenden la objetividad en lugar del debate. Pero, para Lasch, lo único que convierte la información en pertinente y atractiva para el ciudadano es la perspectiva del debate.
Me ha recordado el ensayo de Chomsky, "Fabricando el consenso"
https://www.grupotortuga.com/Chomsky-Fabricando-el-Consenso
https://es.wikipedia.org/wiki/Consenso_manufacturado
Hasta en los bares hay una segmentación de clase a través de los precios...