Desde sus orígenes, el ferrocarril ha empleado el sonido de las campanas, tanto fijas como de mano, para la emisión de diversas señales, estrictamente definidas en los reglamentos de explotación de las diversas empresas concesionarias.
Buen ejemplo de las normas de utilización de las campanas en el ferrocarril es el reglamento de señales del Ferrocarril Hullero de La Robla a Balmaseda, que indicaba en su capítulo 6, dedicado a las denominadas señales de oído, los toques reglamentarios que debían efectuarse con las campanas fijas de las estaciones:
1ª.- Un toque de campana indica que faltan quince minutos para salir el tren.
2ª.- Dos toques, que faltan cinco minutos.
3ª.- Tres toques, es señal de que salga el tren.