El pasado noviembre, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de una noticia falsa: que los autónomos españoles podrían aplicar el IVA franquiciado, con un límite de 85.000 euros de facturación, desde el 1 de enero. Las dudas (y el error) surgen de la puesta en funcionamiento de la normativa europea, puesto que España todavía no cuenta con acuerdos ni legislación pertinente para estos supuestos.