Siempre recordaré a mis amigos madrileños cachondeándose del acento de mis amigos gallegos y a mis amigos gallegos cachondeándose del acento de mis amigos madrileños. Todos pensando que el castellano correcto era el de ellos mismos. En fin.
Sólo hay algo más grimoso que un madrileño con acento, un no madrileño que acaba pillándolo.
Comentarios
Siempre recordaré a mis amigos madrileños cachondeándose del acento de mis amigos gallegos y a mis amigos gallegos cachondeándose del acento de mis amigos madrileños.
Todos pensando que el castellano correcto era el de ellos mismos.
En fin.
Sólo hay algo más grimoso que un madrileño con acento, un no madrileño que acaba pillándolo.