Australia ha tenido una idea para solucionar (o paliar) la crisis de vivienda que arrastra desde hace tiempo: ponérselo difícil a los inversores extranjeros interesados en su mercado inmobiliario. Tanto a quienes quieran acaparar suelo como los que buscan casas ya construidas. La restricción ya se mira con cierta inquietud desde la India, origen de buena parte de la inmigración australiana, pero más allá de Oceanía o Asia interesa por otro motivo: su enfoque y objetivos.
|
etiquetas: casa , australia , extranjeros , crisis , comprar