Bustinduy arranca la tramitación de un decreto para exigir más verduras, frutas y pescados en estos centros, así como limitar las frituras y los platos precocinados. Muchas personas mayores que viven en residencias y sus familiares se quejan de la mala calidad de la comida que reciben los internos, con muchos fritos y platos precocinados. Lo mismo ocurre en algunos hospitales. De hecho, “comida de hospital” suele ser sinónimo de insípida y sin sabor.
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