À Punt ha decidido que este verano no solo iba a ser el de la puerta abierta a las emisiones taurinas, prohibidas en el primer libro de estilo de la cadena, sino que se ha convertido en uno de los ejes principales de su programación. A las críticas animalistas se suma la confusión de que la televisión pública valenciana incluya en su parrilla un evento que poco tiene que ver con la Comunitat. Y es que no hay precedente de la emisión de un acto cultural y social foráneo en À Punt.  
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