La chica, que ahora tiene 25 años, los concibió solo para ganar dinero con ellos. El primero lo vendió por 5.373 euros. Así describió al segundo, un recién nacido, antes de que lo comprase una red de tráfico de bebés que luego los revendían por el doble: "Está sano y puede ser entregado en cualquier momento. El precio es negociable".
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