El martes, el buen dato del IPC de EEUU desató la alegría en Wall Street: la inflación había subido menos de lo esperado, y la posibilidad de que los aranceles produjeran una lenta subida de precios durante meses en vez de un brusco pico era precisamente lo que los inversores querían oír. Las previsiones de bajadas de tipos de la Fed se aceleraron, y los inversores hasta empezaron a juguetear con la idea de una bajada 'jumbo' de 50 puntos básicos en la reunión del próximo mes de septiembre. Pero todas esas expectativas han sufrido un severo cor  
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