Las acciones de Mr. Falcon aterrizan de emergencia en el parqué resbaloso de la Bolsa ante un panorama desolador tras la aplicación de los aranceles de Sánchez. Recordándonos una vez más que, cuando la izquierda gestiona la economía, no hay absolutamente nadie al bogavante y la nación entera se precipita cuesta abajo y sin frenos, toca ahora suplicar a los chinos que nos bendigan con un chupito invitación de la casa.
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