La música country ha sido, tradicionalmente, un bastión de valores conservadores, asociada con imágenes de vaqueros muy machos, rudos e independientes, patriotismo y rígidas normas de género. ¿Y a cuento de qué viene todo esto, justo ahora, que estamos celebrando el Orgullo? Pues lo cierto es que ese mito hollywoodiense del vaquero anglosajón no es más que eso, un mito. Lo no normativo también tiene cabida en el wéstern, y más que nunca en la música country. Ya lo decía la canción: «cowboys are frequently secretly fond of each other».