Cuando Mary sube al ascensor, se da un repaso rápido en el espejo. Se retoca un poco el maquillaje y se ajusta el vestido, una prenda corta y con marcadas transparencias. Viene de la mano de Manuel, su pareja, a quien coloca dos pulseras de colores chillones que les han dado en la entrada del hotel Hyatt de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde esta noche se celebra una fiesta swinger y liberal.
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