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El último cambio de tebeos
El paraíso de los lectores de entonces no era una gran librería con aire acondicionado, sino un modesto local con luz tenue y un cartel que decía: "CAMBIO DE NOVELAS Y TEBEOS". Allí, en esas cuevas milagrosas de tesoros en papel, la economía funcionaba con la lógica del trueque.
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Hace ya mil años, solía cambiar novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía para mi padre en los quioscos de prensa y chucherías. Ahora no existen siquiera los quioscos.
#1 Que viejo soy. Yo también lo hacía, y en una mercería cambiaba los tebos de Jabato y el capitán trueno. Y os aseguro que era muy feliz, era mi refugio.
#1 Yo las he cambiado para mi que es peor. Del oeste, de terror, de ciencia ficción...
Yo había una tienda cerca de casa de chucherías y que cambiaban novelas y tebeos de toda clase, todas las semanas bajaba a cambiar algo.
También vendían en el mismo local los sobres con figuritas para montar de plástico.