A pesar de que gran parte de la riqueza generada por las redes del buen y viejo Internet ha sido expoliada, y administraciones enteras de los gobiernos del mundo industrial han caído o pueden caer en las manos de oligarcas digitales y del control odioso de los gigantes tecnológicos, no vamos a languidecer ni desfallecer. Llegaremos hasta el final. Lucharemos en las redes, lucharemos en los servidores y en los repositorios, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en la carrera por una inteligencia artificial de código abierto (...)