Este tipo de perfiles oscuros son difíciles de detectar. Suelen convivir con buenas habilidades sociales. De manera que su encanto inicial puede ocultar sus fallos y su comportamiento dañino y peligroso. A corto plazo pueden parecer líderes ideales, pero a largo plazo dejan conflictos, miedo y desgaste. En las empresas, sobre todo en la cúpula, el carisma frío, el gusto por el riesgo y la manipulación pueden vender un buen liderazgo.