Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron con que el hombre «presentaba el labio roto y sangraba por la boca». Según informaron ayer fuentes de la Policía Local, la presencia de los efectivos no fue suficiente para que la mujer depusiera su violenta actitud y, mientras tenía lugar la intervención, «lanzó de nuevo dos puñetazos a su marido, teniendo que ser reducida por los policías» antes de ser trasladada a la jefatura.
Pequeños efectos colaterales dirán algunos, aunque no deja de ser una anécdota si que sirve como agravio comparativo en el caso de que los sexos (agresor y agredido) fuesen distintos.
Toda discriminación positiva, negativa o neutra no deja de ser discriminación.
Comentarios
Sin duda ese hombre debe pasar la noche en el calabozo por haber provocado que ella le pegase.
Claramente él le pegó con la boca en los nudillos de ella.
#2 No hay duda que el marido le propinó un golpe de ojo en los nudillos de su mujer.
Se creen inmunes a todo.
Al menos tiene unos testigos fiables el pobre hombre (que igual es un hp, pero la presunción de inocencia...)
Pequeños efectos colaterales dirán algunos, aunque no deja de ser una anécdota si que sirve como agravio comparativo en el caso de que los sexos (agresor y agredido) fuesen distintos.
Toda discriminación positiva, negativa o neutra no deja de ser discriminación.
Pobre ignorante, por algún motivo cree que no va a ir a la cárcel.