El mayor ciberataque atribuido a China en los últimos años ha sacudido a la comunidad internacional. Bajo el nombre en clave Salt Typhoon, un grupo de hackers patrocinados por el Estado chino habría infiltrado redes de telecomunicaciones, transporte, alojamiento, organismos gubernamentales e incluso infraestructuras militares en más de 80 países. Entre los afectados se encuentran políticos de alto nivel, como Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, además de organismos de Estados Unidos, España, Alemania, Italia, Japón y Canadá, entre otros