En la era del streaming, lanzar una serie se parece más a abrir un negocio en un mercado imprevisible: el riesgo de cancelación es constante, y no siempre responde a la lógica. Reclutas, la comedia dramática de corte militar que conquistó a los espectadores hace apenas unos meses, ha sido cancelada de forma abrupta. Netflix ha demostrado que ni el respaldo masivo ni los elogios garantizan supervivencia. La plataforma toma decisiones frías y estratégicas, ajenas a la recepción crítica o popular.