En la década de 1950, la Tierra promediaba 1 onda planetaria inductora de fenómenos meteorológicos extremos al verano, ahora 3, según un estudio que las relaciona con la mortal y sin precedentes ola de calor del noroeste del Pacífico de 2021, la ola de calor rusa de 2010 y las inundaciones en Pakistán, y la mortífera ola de calor europea de 2003. Fluyen a través de la Tierra constantemente, pero a veces se amplifican, y la corriente en chorro se vuelve más ondulada, con colinas y valles más grandes: es la amplificación cuasirresonante o QRA.