Al final, y para ser consecuente con la actitud y la línea que mis muchos o pocos lectores han podido contrastar en mis escritos, he decidido sincerarme y poner por escrito mi convencimiento de que la mayor parte de la gente concienciada con el peak oil no consigue o no quiere ver más que una parte del asunto. Mis disculpas a todos por decir esto, pero creo que era necesario. La enunciación del problema y el modo en que se plantea denotan una serie de sesgos que me parecen muy desagradables, como si lo que se pretendiera fuese cualquier cosa menos solucionarlo. ¿Observo mala fe en los peakoileros? Pues en unos sí y en otros no, pero en casi todos observo la misma carencia: que su pasión por la lógica y los datos, su precisión en las mediciones y en la construcción de modelos, su meticulosidad en la argumentación y concatenación de sucesos, desaparecen repentinamente en ocasiones hasta silenciar completamente datos, hechos y argumentos que resultan incómodos para sus convicciones (o necesidades) políticas.
No voy a entrar al tema de los datos, porque en ese sentido casi todos saben más que yo. Y además, en eso estamos todos de acuerdo, aunque con algunos matices. Por si acaso, enuncio brevemente: vivimos en un planeta finito, por lo que todos los modelos económicos basados en el crecimiento infinito son necesariamente erróneos. La energía es la base de la sociedad, la economía, el desarrollo, el bienestar y en general de absolutamente todo. La economía debería estudiarse, de algún modo, como una rama de la termodinámica, y no como una rama de la hechicería, que es lo que algunos parecen estar haciendo actualmente, sobre todo en el caso de la economía financiera. El crecimiento de los últimos siglos se debe al empleo masivo de combustibles fósiles. Por la ley de rendimientos marginales decrecientes, cada vez son más caros y difíciles de extraer, y su sustitución detrae cada vez una parte mayor de capital y otros recursos, lo que llevará a una contracción económica, declive, o colapso, según la gravedad de la caída. El plazo y la profundidad de esa caída lo desconocemos, pero lo más probable es que sea antes financiera que de recursos, pues nuestra economía financiera anticipa la escasez material, anticipándose a ella.
En esto es en lo que estamos de acuerdo. Pero ahora, por partes, intentaré explicar por qué creo que la mayor parte de la gente consciente del problema no abarca mentalmente su verdadero alcance, o prefiere dejar este asunto para más adelante, cuando ya se le haya sacado el debido rendimiento en otros ámbitos menos amables o menos confesables.
-Ley de Jevons
Después de enunciar todos los problemas que enumeré anteriormente, resulta que a muchos les da la ventolera de añadir que hay que buscar una nueva sociedad, donde se acabe con el derroche, se renuncie al consumismo y se cuiden los recursos. Me parece todo muy bonito y muy edificante, pero con franqueza, parecen obispos predicando contra el sexo.
Ya lo dije en otro artículo, y creo que hay que repetirlo:
“La realidad es que el ahorro de cualquier bien o recurso supone su abaratamiento para aquel que decida consumirlo. La realidad es que la gasolina que nosotros ahorramos es la que pueden quemar los norteamericanos en sus coches de dos toneladas, y lo cierto es que si nosotros no la ahorrásemos ellos tendrían que pagarla a mucho más de los 50 céntimos de euro a los que la pagan ahora. La realidad es que la gasolina que nosotros no quemamos no va a una hucha, ni se entierra en el subsuelo para que nadie la queme y no produzca CO2. Va al mercado, aumentando la disponibilidad para el que la quiere quemar y opera sobre ese mercado disminuyendo su precio. El carbón que nosotros no quemamos no desaparece en el espacio sideral para no contaminar: es el que queman los chinos, más barato precisamente porque nosotros no lo demandamos, y el que les ayuda a barrer del mapa nuestras tiendas y nuestras industrias, incapaces de competir con sus precios. La leña que no quemamos los que vivimos en los pueblos es la que abarata los pellets para las calderas urbanas y las calefacciones de biomasa. El agua que no uses para regar tu huerta, la usarán para regar otra. O un campo de golf. Las truchas que no pescamos río arriba, son las que pescan río abajo. La chica a la que no besaste no se metió a monja: se casó con otro”
Todos sabemos que es así, y más aún en un mundo global. Todos sabemos que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo mientras haya alguien que lo demande. Todos sabemos que reducir o eliminar la demanda a nivel puntual es indiferente a nivel global. Todos sabemos que consumir menos aquí, donde existe legislación medioambiental sobre residuos, por ejemplo, hará que se consuma más donde esa legislación no existe y que, en suma, el daño será mucho mayor. Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca. Lo sabemos de sobra, porque no ignoramos los datos ni los modelos económicos, pero este hecho concreto, al redactar nuestro discurso, resulta que lo pasamos por alto. Lo sabemos pero nos es igual: Nos la sopla, ¿verdad? Seguimos escribiendo manifiestos y soflamas a favor del ahorro, en contra del capitalismo y en contra del consumo, porque es lo que nos ordena nuestra ética. Sabemos que es inútil, pero tiramos para adelante, impasible el ademán. Sabemos que no funciona, pero nos hace sentir mejor. Sabemos que favorecerá a quienes quieran seguir haciendo girar la rueda sin preocuparse de nada, pero es lo que nos pide el cuerpo.
Porque somos así, porque tenemos alma de predicadores y vocación de mártires. Porque la realidad que tanto nos gusta perseguir con los datos nos importa luego tres pimientos cuando hay que aplicarla a algo que nuestra nariz rechaza. Y nuestra nariz manda mucho, sobre todo cuando podemos olfatear según qué cosas.
Ensuciar es malo. Derrochar es malo. Desperdiciar los recursos de las generaciones venideras es malo. Vale, sí, ¿y qué? ¿Y qué hacemos con los vecinos, las regiones, los continentes enteros que se pasan por el arco de triunfo esas consideraciones?, ¿les declaramos la guerra?, ¿o les seguimos repitiendo las mismas obviedades hasta que nos hagan caso por aburrimiento? ¿A quién le vamos con ese catecismo? ¿A otro tan incauto como nosotros?
Al final es lo que hacemos: quedarnos a gusto con nuestra conciencia y autocomplacernos en nuestra solidaridad imaginaria. Porque lo real es que el ahorro no sirve, no funciona, no tiene ningún efecto distinto de abaratar el precio a los que pasan olímpicamente del ahorro. ¿Por qué creéis que la información sobre el peak-oil, siendo terriblemente antisistema, no ha sido perseguida más que con medidas menores? Porque abarata el consumo de los que quieren seguir consumiendo. “¡Venga, que ahorren esos idiotas, que así dejarán más para el resto!”
Por eso, con muchos peakoileros, me queda la misma duda que con muchos obispos: si se estarán creyendo realmente lo que dicen o habrán construido toda esa historia para un fin distinto del que nos cuentan. ¿No nos hablarán de petróleo cuando en realidad nos quieren llevar a determinado redil político? Pues habrá de todo, pero cada día me fío menos. Y cada día nos perjudican más.
-El decrecimiento o la reducción voluntaria.
Después de repetir, una vez más, que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo total, tengo que preguntarme de dónde ha sacado esta gente que las sociedades pueden menguar voluntariamente. Tuve la fortuna de leer un magnífico artículo sobre las sociedades que vivían de otro modo y con menos, pero ni en ese estudio se menciona a ninguna que caminase hacia atrás en su consumo, y menos voluntariamente, por consenso. He leído mucho sobre el colapso de otras sociedades en el pasado, pero no veo precedentes de reducción voluntaria del consumo de ningún recurso. Lo que veo, como mucho, es que un tipo de cada pueblo se iba a una cartuja o se subía a una columna y allí vivía con menos, pero todo lo demás que yo conozco ha pasado siempre por imposición, necesidad imperiosa y distintas variaciones y permutaciones del “trágala”.
Cuando una sociedad colapsa, lo hace porque carece de un recurso, y lo hace precisamente porque ni lo ahorró, ni lo pudo ahorrar, ni consiguió evitar su agotamiento. Y esto es así, insisto, porque lo que unos ahorraban quedaba disponible para otros. Es algo tan conocido como la Tragedia de los Comunes.
Quien todavía piense que es posible sensibilizar a la población de la necesidad de vivir peor y con menos, mientras otros disponen de todo, que vaya a una comunidad de vecinos y que trate de convencerlos de que hay que bajar la calefacción un par de grados, pero pagando lo mismo. No me estoy refiriendo a comer menos, o a pasar penalidades: sólo dos grados en la calefacción, por el bien del planeta. ¿Algún valiente se apunta? No, claro, en la comunidad de vecinos no, pero sí en los foros, y en los blogs. En los foros y en los blogs pedimos la restricción del capitalismo, el fin del derroche y la universalización de los ponys, pensando que reeducaremos al mundo, pero en la comunidad de vecinos ni se nos ocurre, porque todos sabemos que Cervantes 67 será justa y exactamente el último punto del planeta en ser educado. Y lo sabemos porque conocemos a sus habitantes. ¿A que hay algo de eso?
Seamos sinceros: pensamos en cambiar el mundo, pero ya no le sacamos el tema ni a nuestros amigos. Y a la familia, menos aún. Decimos que son cerriles, cornucopianos, que viven en la ilusión de no sé qué, pero nosotros seguimos convencidos de que el ahorro de algo reduce su consumo y de que la gente se puede convencer, por las buenas, de vivir con menos mientras sus vecinos lo pasan a lo grande. ¿No somos tan cerriles como ellos? ¿No padecemos también nuestra propia cornucopia, de conciencias en lugar de recursos?Ellos creen que el petróleo es infinito y nosotros creemos que la buena voluntad es inagotable. Ellos piensan que la técnica todo lo puede y que ya se inventará algo, y nosotros creemos que la reeducación de la gente todo lo puede, y que ya surgirá una nueva conciencia. ¿De dónde sacamos ese convencimiento? ¿De dónde demonios sacamos que se va a agotar antes la avaricia que el petróleo? ¿De qué tablas y modelos deducimos que la solidaridad es más universal que el consumismo? ¿Qué clase de majaderos somos?
-La ley de Lem
Dice la ley de Lem que nadie lee nada. Los pocos que leen, no entienden nada. De los pocos que entienden algo, la mayoría lo olvida todo a la media hora.
Y en eso estamos, creo.
Decreceremos, sin duda, pero cuando no haya más remedio. Consumiremos menos, pero cuando haya menos y sea más difícil de conseguir. Cultivaremos la tierra con el burro o con la azada, pero no antes de que se haya averiado el último tractor o se haya agotado la última gota de combustible. Y si esa última gota es sangre de virgen sildava, ¡que se preparen en Sildavia!
Sabemos que no sirve de nada ahorrar. Sabemos que nuestra pretensión de concienciar a la sociedad es como la suya de que esperar a que la ciencia encuentre la panacea. Lo sabemos, pero no lo entendemos o lo olvidamos de inmediato para seguir escribiendo manifiestos, digresiones apocalípticas, homeopatías energéticas, ética vestida de ciencia, sermones revestidos de informes, y sacramentos solidarios ungidos de avisos técnicos. En nuestros escritos aparece todo, menos lo que importa: que es indiferente consumir más o menos a nivel local, porque eso no afecta al consumo global.
Pretendemos llegar a la gente para obligarla a creer algo que no quiere creer. ¿Por qué nos extrañamos de que no lo entiendan, no lo acepten o luego no lo recuerden? No podemos concienciarlos a todos, y si no los concienciamos a todos lo único que hacemos es subvencionar el Hummer del tío de Oklahoma, ese tipo al que todas nuestras preocupaciones le traen al fresco porque ni tiene hijos ni cree en el mañana.
A los que no creen en el mañana no tenemos nada que decirles, pero seguimos infravalorando el poder del himno: “I want it all, I want it now”. ¿Qué vamos a contarles a los que hacen una cola de once horas para comprar el último modelo de un teléfono móvil?
¿De qué vamos, coño?
Toda esa gente no va a consumir menos, porque no le da la gana. ¿Está claro así? Toda esa gente no va a renunciar a sus comodidades porque no le sale de las narices. Toda esa gente, y son miles de millones, exprimirá hasta la última piedra en busca del bienestar que ha visto en otros lados y lo hará justa y exactamente hasta dos segundos antes del desastre. Hasta dos segundos después, para ser más exactos.
Nuestros documentos y nuestras explicaciones se dirigen a los que quieren entender, pero como los concienciados no pueden hacer nada realmente, salvo abaratar el precio de los productos a los que renuncian, los no concienciados nos aplauden, siguen consumiendo (a menor precio) y se ríen de nosotros a mandíbula batiente. ¿Hasta cuándo? Hasta el día en que todo se vaya al demonio, por supuesto, pero ese día será para todos, los concienciados y los derrochadores.
Conclusión:
La conclusión es clara: cada vez que Europa, por ejemplo, aprueba una ley medioambiental restrictiva, China y la India declaran un día de fiesta nacional. Lo primero, porque los recursos que ellos consumen les saldrán más baratos, y lo segundo porque producir allí será más competitivo que hacerlo aquí, y los que se irán al paro serán nuestros hijos y no los suyos.
Cada vez que una, cien o mil personas se conciencian del problema ambiental o de la finitud de los recursos naturales, mejora el karma de la Tierra, nacen dos unicornios, y los druidas entonan cánticos de alabanza, pero no disminuye el consumo de energía, ni el de tierras raras, ni la emisión de CO2. No mejora nada a nivel global, ni se ahorra nada, ni se ensucia menos.
La destrucción del capitalismo en Occidente no nos convertiría en monjes tibetanos. Y aun si lo lograra, dejaría espacio y oportunidad a los tibetanos para dejar de ser monjes. Los que proponen un nuevo sistema nunca dicen si ese sistema será para su pueblo, para su país, o lo impondrán a la fuerza a todos los demás mediante una cruzada verde, solidaria y de tartas de arándanos. Y si el nuevo sistema no es global, y simultáneo, no será un nuevo sistema: será una chorrada, una ocurrencia bienintencionada que los capitalistas alentarán con subvenciones, media hora en un programa de la tele y tres palmadas en la espalda.
El desastre llegará en forma de colapso, o de lo que sea, y lo hará cuando tenga que llegar, pero nada nos librará de él. El nuevo sistema económico que se implora por ahí es la versión 2.0 de la Comunión der los Santos, un refrito laico de “todos somos hermanos y nos encontraremos en el reino de los cielos”, que al fin y al cabo es una idea de demostrada eficacia a la hora de atraer a las masas. La utilidad de lo que escribimos está, a mi entender, en mostrar el camino para después del colapso, cuando ya existan suficientes incentivos que lleven a plantearse qué se puede hacer para que la cosa mejore, o no empeore más aún. Pero pasaremos por la estación del desastre antes de vislumbrar siquiera ese día. Será en diez años, en cien o en quinientos, pero pasaremos sin remedio.
La razón por la que yo, personalmente, pienso seguir interesándome por el clima, los recursos finitos y el ritmo de extracción del petróleo es la misma por la que me intereso por el big bang, los agujeros negros y la nebulosa de Andrómeda: pura curiosidad o inquietud intelectual. Ni le veo utilidad práctica ni me creo capaz de cambiar nada.
A nivel particular, anticipar la evolución de los acontecimientos puede ser de alguna utilidad, aunque en un caso como el presente signifique solamente la opción de cambiar de camarote en el Titanic. A nivel global es tan útil como saber que en 2020 va a explotar el sol.
Por eso, seguiré leyendo y escribiendo sobre el peak oil, sobre la riqueza de las vetas de metales, sobre la ley de rendimientos marginales decrecientes y sobre la incapacidad de los economistas para aceptar los límites del crecimiento y la finitud del mundo.
Por eso, seguiré pensando de los que me ofrezcan soluciones políticas, manifiestos anticapitalistas, soflamas contra el consumo y alternativas de un mundo con caramelos de fresa que son unos oportunistas arrimando el ascua a su sardina, con unos fines totalmente distintos de los que confiesan.
Nos iremos al carajo, sí, pero por mi parte no será con ellos. No en sus manos.
Comentarios
La idea de que el intentar dejar de lado los combustibles fósiles nos hace perder competitividad con otros países emergentes no es nuevo, pero esto no significa que no sea correcto hacerlo. Por ejemplo, dices 'Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca' esto es cierto, pero el coste de la energía eólica es ya competitiva con el quemar carbón, y el recurso en sí, es finito, pero en un limite termodinámico en el que la tierra evaporase su atmósfera, es decir, absurdamente lejano comparado con el agotamiento del carbón. En cuanto al tema del ahorro, te doy la razón, no podemos retroceder 50 años en consumo eléctrico, pero esto no quita que se hagan esfuerzos por cambiar el modelo. Si, nuestras políticas energéticas les permiten tener carbón barato a los chinos, ¿y qué? Cuando a ellos también se les acabe usaran nuestro 'know-how' para empezar a sacar energía limpia (suponiendo que no han empezado ellos mismos con su propia transición, cosa que no es cierta). La otra opción es competir hasta la muerte hasta por el ultimo peñasco de carbón, y darnos cuenta de que nos hemos quedado con el culo al aire cuando se nos acabe.
#1 La visión que se desprende de tu comentario sobre China y la competitividad del carbón es totalmente errónea:
https://www.theguardian.com/environment/2017/jan/06/china-cementing-global-dominance-of-renewable-energy-and-technology
http://news.nationalgeographic.com/2017/05/china-renewables-energy-climate-change-pollution-environment/
#4 No me contestes a mi, estaba tratando de argumentar siguiendo la lógica del post original. Por eso he escrito un pequeño 'disclaimer' entre paréntesis, que supongo, no has leído. "Cuando a ellos también se les acabe usaran nuestro 'know-how' para empezar a sacar energía limpia (suponiendo que no han empezado ellos mismos con su propia transición, cosa que no es cierta)".
#1"Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca"
Esto demuestra una gran ignoracia y sumado a graves prejuicios.
Las centrales de carbon de China son las mas avanzadas tecnologicamente, mas eficientes y mas limpias.
Le dan mil vueltas a nuestras obsoletas centrales termicas.
Si uno se olvida de prejuicios y se pone a reflexionar sobre el tema, enseguida entiende los motivos por los que esto ocurre. Las centrales termicas chinas son muy nuevas, la mayor parte se han construido en la ultima decada.No como las europeas contruidas hace 30 o 40 años.
Por otra parte, las emisiones es un tema critico a la hora de diseñar, contruir y operar una planta de carbon en China. La razon es sencilla, la contaminacion ambiental es un grave problema en China y cuando se alcanzan niveles insostenibles el gobierno no duda en cerrar centrales contaminantes aunque esto suponga graves perdidas economicas a sus dueños.
Por eso las centrales termicas compiten en no ser menos contaminantes que su competencia, por que saben que cuanto mas contamines mas posibilidades tienen de cerrarte la central.
En España, las emisiones es una cuestion secundaria... si no se cmple la normativa a lo unico que se arriesgan es a alguna multa. No es algo critico de lo que dependa la supervivencia de la central.
Por eso en las centrales Chinas se utilizan "filtros" y tecnologias mucho mas avanzadas que en europa, muchas de ellas desarrolladas en China y desconocidas en occidente.
#8 Pero porque me contestas a mi, si la frase "Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca" es del post original. Aunque después debería haber puesto 'aunque esto fuera cierto...', fallo mio.
#11 A lo mejor porque contestarle al primero hace que el comentario quede más arriba.
#0 Muy interesante. Pero no creo que sea necesaria una catástrofe global a largo plazo para que todo el mundo se pongan de acuerdo en no recurrir a la sangre de vírgenes sildavas. Pueden ir apareciendo catástrofes locales inmediatas en todo el globo independientemente del desarrollo de los países (por ejemplo la contaminación en las ciudades) que, a base de montón de malestar, enfermedad, muerte y oportunidades de negocios de sectores de población concentrados e importantes políticamente, empujan a la transición hacía otras tecnologías o hacia el perfeccionamiento de las que existen (#8). Entonces más bien el discurso "renovable", "tecnológico" o "decrecentista" no serían ocurrencias de moralistas que vemos la situación "desde lejos" sino el efecto del sufrimiento y de la esperanza (de vivir mejor ahora y hacer más dinero con nuevas tecnologías pronto) de millones de personas que marcan las políticas de los países. Es decir esos "discursos morales" serían la justificación intelectual de un cambio necesario para vivir bien a corto plazo, no para evitar una catástrofe global a largo plazo.
Yo estoy convencido de que el cambio de sistema llegará por las bravas y vía colapso; pero al mismo tiempo se que los que se hayan preparado para ese momento vivirán mejor después.
Mejor prepararse para el mundo después de la crisis de recursos y cambio climático, porque eso nos garantizará un mejor puesto cuando ocurra (y ocurrirá). Cualquier otra opción (derrochar los recursos a lo loco o intentar ahorrarlos) solo cambia el momento, pero no el resultado.
Flojo, flojo. A todos las objeciones planteadas añado una a considerar. Si el carbón (o whateva) que no consumimos provoca una bajada de precio pa lod chinos cutres y planetacidas (según la visión de tópicos planteada) esto es porque su demanda no crecería y no cubriría la nuestra. Siemprr según tu logica. Por lo tanto el margen del productor es menor necesariamente y tiene menos estímulo a producir más sino a reducir la oferta para volver a subir el precio. Según esta lógica primaria que no siempre aplica una bajada de la demanda en un actor consumidor sí puede reducir la producción/oferta
#0 Sobre La tragedia de los comunes: es una teoría, no es ninguna ley. En tu mismo enlace: "algunos han afirmado que la «tragedia de los comunes» no corresponde necesariamente a la realidad".
Por otro lado desconozco si eres otro oportunista arrimando el ascua a tu sardina, con unos fines totalmente distintos de los que confiesas...
#0 Más de 3/4 de nuestro consumo de energía primaria son hidrocarburos (carbón, petróleo y gas natural):
https://en.wikipedia.org/wiki/World_energy_consumption
Sólo conseguir electrificar del todo el transporte terretre en el 1er mundo - que probablemente acabe pasando antes de 20 años- no supondría mucho cambio.
#14 Dependerá de como produzcas la electricidad,no? Si es con hidrocarburos no sirve de nada si son con energía renovables entonces el tema cambia.
#16 El gráfico se refiere a fuentes de energía primaria, que quiere decir, la que utilizas para mover un motor, un generador o calentar un espacio.
#0, entonces debo suponer que colapsaremos debido al dilema de los comunes. la verdad es que no tengo argumentos para negarlo. realmente, pienso que lo que predices se hará realidad. pero, en realidad, lo que estás poniendo en relieve es que es posible predecirlo. el colapso es predecible, pero la desinformación o desinterés de la gente hará que colapse el sistema de la peor forma posible. es correcta según tú esta premisa?
#35 por cierto, excelente reflexión!
#35 Si. Es previsible, pero no evitable.
Al menos sin un gobierno mundial o modo de generalizar las decisiones.
#0 Muchos dogmas veo en tu texto. Das por hecho que las renovables no le van a comer el terreno nunca al petróleo, ni van a ser mas rentables que su extracción y refinamiento. Quizá en 15 años sea mas rentable comprarse un Tesla que mantener un Hummer.
#13 Eso espero. Pero ya no hablamos de ahorrar un recurso, sino de sustituirlo.
#30 No dudo que la energía sea un componente esencial de la economía. Lo que sé es que el auge de las energías renovables se ha dado -se está dando- bajo el capitalismo, así que no veo tal antagonismo implícito. No sé si la gente ahora comenzará a repartir carnets de berdadero ekologista únicamente si eres marxista.
A ver si he entendido bien una cosa:
Según el autor del articulo, si yo ahorro combustible, habrá algun americano, al que instantaneamente tendrá la gasolina más barata y por lo tanto consumirá lo que él suele consumir más mi parte???
Si ahorro agua, habrá alguien en el mundo que inmediatamente tendrá unas ganas enormes de consumir más agua de la que suele consumir: su parte habitual más la mía, ¿no?
Las compañias de agua, gas, carbón, gasolina, trasladan inmediatamente y de forma directa y proporcional la bajada de consumo de sus productos en sus precios, lo que origina de manera inmediata y proporcional un aumento del consumo en otros clientes...
Menuda chorrada de premisa, ¿no?
#12 Es un argumento análogo a lo de "acábate las lentejas que hay muchos niños con hambre en áfrica".
#12
Caso 1: Si este año tengo la gasolina más barata que el año pasado, a lo mejor no me corto un par de veces al día de pegar un acelerón al salir de un semáforo. Ocurre así, sin pensar.
Caso 2: Si me bajan el precio del agua, a lo mejor un día al año me da por darme un baño, cuando normalmente me ducho.
Funcionamos así. No nos damos cuenta pero cuando podemos, de vez en cuando nos permitimos "el caprichito", y eso primero va sumando por todos los que se dan el caprichito, y luego porque poco a poco deja de ser un caprichito.
Ahora, la clave es si es cierto que porque tú ahorres, de verdad llega el caso 1 de que este año tengo la gasolina más barata o el caso 2 de que me han bajado el precio del agua.
#12 a no ser que tus recursos economicos sean infinitos, todos nos movemos por precio.
Lo que intenta decir el hombre este es que al disminuir la demanda a oferta constante, provocarà un desplazamiento de la curva de oferta-demanda que harà que el precio se reduzca para los que si quieren consumir ese bien.
A mi me parece un poco bobada. Menos consumidores es menos gente poniendo pasta por un bien, por lo tanto puede bajar de precio, pero si se quiere mantener el nivel de consumo es a costa de pagar entre menos lo mismo, así que el precio subiría.
#0 Un buen artículo con cuyas conclusiones no estoy de acuerdo.
Yo creo que lo que acalla la conciencia del que escribe es ese derrotismo, fatalismo propio de una tragedia griega.
La prueba de que tomar conciencia de que el capitalismo es un sistema económico ridículo y suicida y que las materias primas son finitas, es útil, es que las energías renovables ya son competitivas y que van a suceder a los combustibles fósiles, no por cuestiones de conciencia, sino porque su desarrollo y utilización cada vez son mas rentables y eficientes, tienen múltiples ventajas, abren nuevas oportunidades de negocio, nuevos sectores completos y por tanto desplazarán a las viejas tecnologías.
Y no va a ser dentro de 500 años. De hecho, ya está pasando en Alemania, en Portugal...en Estados Unidos con Tesla...
Total, que el artículo me parece tan erróneo por su fatalismo como todo lo que pretende denunciar por su supuesta posición ilusoria.
#5 No entiendo por qué se mezcla el capitalismo con las energías renovables, cuya relación es similar a la que guarda el tocino con la velocidad. ¿Si eres capitalista no crees en las renovables o qué?
#20 Las tecnologías que fomentan la descentralización y cualquier tipo de acción colaborativa socavan en mayor o menor medida las bases del capitalismo y por ello hay una gran resistencia del sistema a ellas que se trasladan mediante propaganda al individuo para que lo defienda.
La energía es la base de cualquier sistema económico y por tanto, no solo tiene sentido hablar del imperante sino que es inevitable pues no se entiende el uno sin la otra.
#28 Lo siento. Semejante afirmación requiere pruebas y no eslóganes posmo. Porque puedo decir que el capitalismo encuentra interesante nuevos sistemas productivos de menor inversión humana y mayores márgenes, amparado en una imagen pública favorable y ayudas estatales y supraestatales.
#29 Puedes decir lo que quieras pero entiendo que afirmar que la energía es base de cualquier sistema económico no requiere muchas demostraciones pues es bastante evidente su impacto. En cualquier caso aquí tienes un estudio sistemático para que no te quedes simplemente con la afirmación:
https://buleria.unileon.es/handle/10612/3794
En sus conclusiones comienza:
"La energía como factor productivo o bien final es una componente esencial de una economía. Tanto el crecimiento poblacional como el incremento en la producción implican consumos cada vez mayores de energía. Por lo tanto, es de esperar un papel creciente dela energía en la economía. La historia económica evidencia la importancia creciente que ha ido teniendo la energía desde el trabajo humano al trabajo mecánico. El papel de la energía ha ido cambiando a lo largo del tiempo y también su representación en los modelos económicos. "
Mas adelante hay otro párrafo interesante:
"Después de un estudio pormenorizado se evidencia que los modelos de crecimiento no suelen hace referencia explícita a la energía. De hecho no se ha llegado a un consenso en la dirección de causalidad entre energía y crecimiento. Por una parte se defiende la no referencia a la energía en los modelos, argumentando que la energía es barata y constituye una parte muy pequeña del coste de producción. Por otra parte la visión opuesta es la de la Economía Ecológica, que sí hace referencia explícita a la energía argumentando que la participación de ésta puede crecer al convertirse la energía fósil en más cara a consecuencia de su escasez. Asimismo los economistas ecológicos creen que los factores de producción trabajo y capital no pueden prescindir de la energía ni sustituirla.
Al respecto de estas dos visiones, se puede señalar que el uso de capital puede ahorrar energía a través de mejoras de la eficiencia energética. Sin embargo, sustituir capital por energía parece difícil ya que la energía no es perfectamente sustituible por los otros dos factores de producción.
"
Como puedes leer, el capital no encuentra nada interesante que el factor energético se distribuya y que en muchos casos se tienda al autoconsumo donde no hay margen que valga y que cada vez disfrutan de menos subvenciones que además no necesitan dado su abaratamiento.
Así lo entiendo yo.
#28 Para nada, el capitalismo (no el neoliberalismo) se basan en la competencia y el libre mercado, el hecho de que se democratice el mercado de la energia y todo el mundo pueda competir es una bendicion desde el punto de vista capitalista, y el hecho de incluir las energias renovables (virtualmente infinitas) permitiendo (teoricamente) un crecimiento sin fin tambien. Lo que va en contra del capitalismo (clasico) es que un oligopolio controle la energia mundial y que ademas esa energia sea limitada.
CC #20
La energía que emite el Sol se puede considerar a día de hoy ilimitada.
#0 Sobre la Paradoja de Jevons dices:
Todos sabemos que consumir menos aquí, donde existe legislación medioambiental sobre residuos, por ejemplo, hará que se consuma más donde esa legislación no existe y que, en suma, el daño será mucho mayor.
Falso. La paradoja de Jevons dice que el consumo no cambia porque algunos decidan ahorrar, no que el consumo aumente. No has entendido nada. Los otros podrán consumir más que antes, pero no más que la oferta, dado que si la superan aumentan el precio.
"Todos sabemos": Jaja. Tú sí que sabes, animal.
"consumir menos aquí": ¿desde cuando consumimos menos aquí? ¿desde cuando las legislaciones medioambientales aquí han hecho que consumamos menos? Consumimos lo mismo, pero exportamos la contaminación a donde no tienen esas legislaciones.
¿A quién le vamos con ese catecismo? ¿A otro tan incauto como nosotros?
¿Por qué consideras incautos a los que no quieren llenar de mierda su futuro? Incauto es el que contamina y consume sin cautela.
Según tú, sería mejor para el medio ambiente que todos contamináramos a placer. ¿Te estarás creyendo algo de lo que dices o tienes un fin distinto del que cuentas? Ah, no, que tú no tienes ningún fin salvo el de desacreditar (muy torpemente) a ecologistas y decrecentistas, pero sin motivo alguno, ya que estos no te están afectando negativamente sino lo contrario.
Digo yo, como consumista recalcitrante que eres, que te gustará ir a la playa y bañarte en agua más o menos transparente, sin porquería flotando y sin apestar a mierda.
Uno de los principales motivos por el que se consumen menos recursos enérgéticos es cuando éstos superan a los recursos monetarios. Se acabará antes el dinero que poseo que el petroleo mundial.
Contraejemplo claro: El agua. España se encuentra con problemas de desertización. Dice que si ahorramos agua ésta se abaratará y la gente llenará piscinas lo cual no es necesariamente cierto ya que era un recurso cada vez mas escaso asi que como mucho se mantendría. Lo que es un disparate es pensar que si pasas legislaciones que fomenten ese ahorro va a venir china a derrocharlo ya que una obra para llevarse ese agua a china es extremadamente cara ( lo son hasta los trasvases.... ) Por cierto, china esta entrando ya en planes de ecología porque la contaminación en sus ciudades esta fuera de control. En el tema energético, una medida que hoy deje de financiar y meter dopaje a la extraccion de carbón en asturias ni de coña va a disminuir el precio global del carbón ya que simplemente su precio esta fuera de mercado.
#32 Bien, el agua es un recurso local sobre el que se puede legislar localmente, pero conozco un ejemplo del caso contrario: un río.
Si los pueblos de arriba riegan, no hay agua para los pueblos de abajo. Si los pueblos de arriba no riegan, riegan los de abajo.
En todo caso, el río se seca todos los años.
Y sí, hay una legislación que prohíbe ir a meter el motor en el río de noche para regar las patatas. Pero los hechos son los que te he contado.
#39
"Y sí, hay una legislación que prohíbe ir a meter el motor en el río de noche para regar las patatas. Pero los hechos son los que te he contado. "
Si piensas así poco hay que hacer, no vamos a legislar sobre asesinatos porque total, los hechos son que por mucho que legisles van a seguir matando a gente.
Sobre tu problema de ríos, precisamente para eso está hoy bien el comercio. Si el pueblo de arriba no riega y el de abajo empieza a malgastar recursos, el de arriba podría amenazar con cortar inmediatamente el comercio (la guerra del siglo XXI) Te preguntabas en el post inicial que que hacemos con el que no respeta al medio ambiente... Le declaramos la guerra? Bueno, pues te acabo de dar la respuesta. No dudo que en poco tiempo, yendo por este camino acabemos en una gran guerra real por temas de recursos (ya conocemos el caso del petróleo en oriente medio pero quizas en 25 - 30 años empezamos a ver conflictos parecidos por la energía hidráulica y el agua en el himalaya entre india china y pakistan.
Pero es que hoy en día ya se están librando guerras por recursos. Hoy en día esas guerras son económicas. No aceptas esto, no entras en mi mercado con 500 millones de consumidores. Hay batallas que se ganan y hay batallas que se pierden, pero más de una y más de dos legislaciones "pro-conservación" han pasado así.
#42 Tienes toda la razón... Por ejemplo, para conocer los verdaderos motivos de la guerra en Siria, hay que echar un vistazo a las presas construidas por Turquía, que arruinaron completamente a Siria.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/01/internacional/1265022457.html
¿Portada con tres votos?
#2 Y siendo una cagada de artículo. Lo tiene todo.
#0 Eres un psicopata mal nacido.....
#6 Simplemente no tiene ni puta idea de lo que dice. Ya está.
#6 Yo no lo diría así pero desde luego el argumento de "si yo no lo hago lo hará otro" es, en términos técnicos, pura mierda.
Además obvia que el consumo global es la suma de consumos locales y aunque haya contrapartidas por las variaciones de cotización, la disponibilidad o abaratamiento no garantiza el consumo en modo alguno, es una falacia económica. Pon la leche a mitad de precio, ¿crees que vas a vender el doble? ¿y quién coño se la va a beber? Pueden darse correlaciones pero no son en absoluto lineales. Más bien parece enfocar sus argumentos a defender lo indefendible que es un status quo que nos encamina como bien señala al colapso.
Comete el mismo error cuando se considera incapaz de cambiar nada, el futuro de un colectivo lo determina un gran cúmulo de pequeñas decisiones individuales. En pocas palabras, está eludiendo su responsabilidad para justificar continuar con un cierto modo de vida ya que "da igual, no hay nada que hacer" que es mucho más cómo que "hacerse monje tibetano".
Para mi es un liberal con el esfínter escocido por la realidad de los hechos. En su favor decir que por lo menos es capaz de admitirlos, que ya es más que otros. Aún así su posición dista aún mucho de ser constructiva.
Es lo bastante listo como para darse cuenta de que la solución pasa por ir todos a una, la teoría de juegos de Nash establece con claridad que los resultados óptimos del colectivo han de ser necesariamente colaborativos. (Proletarios de todos los países, uníos). Y aunque sea algo cínico se puede pensar que siempre va a haber algún hijo de puta que nos joda a todos, y puede que así sea. Pero se empieza por rehusar ser ese hijo de puta. Bienvenido #0.