
Dentro de las figuras mediáticas de la ultraderecha, Alberto Pugilato destaca porque se define a sí mismo como nacionalsocialista sin complejos y, en efecto, su discurso es abiertamente hitleriano. Destaca por eso y porque le gusta pegar a gente mientras sus camaradas lo graban para subirlo a internet. Lo hizo con un humorista "progre" que, para criticar su homofobia, le dijo a Pugilato la obviedad de que, si su hijo fuese homosexual, no podría evitar que se hinchase a "comer pollas de negro" cuando fuese mayor. Pugilato le golpeó en directo durante un show acusándole de apología de la pedofilia (pese a que el humorista dejó clarísimo que se refería a cuando el niño fuese adulto). Cualquier excusa es buena para apalear rojos.
Pues bien, ayer Pugilato publicó el siguiente tweet:
x.com/Albertopugilat/status/1960820741898944775
Y, efectivamente, permanecí atento para esperar la primicia que iba a dar. A la media hora, compartió el vídeo de la agresión a un periodista. Según se aprecia, 3 o 4 camisas pardas le interceptaron en la puerta de su casa y uno de ellos empezó a agredirle mientras otro lo grababa www.diario-red.com/articulo/espana/periodista-diario-red-roman-cu/2025 Parece la marca de la casa de Pugilato. Este indicio, unido a la amenaza del tweet (rojos, cuidado con lo que decís en internet porque luego en la calle...), unido también al hecho de que Pugilato dio la noticia en primicia y a la retahíla de tweets ensalzando la agresión y burlándose de la víctima que ha publicado hasta ahora, justificaría una investigación de la Policía Nacional. Investigación que, todos sabemos, ya habría concluido con una buena ristra de detenciones si el tweet lo hubiese publicado un líder de Sortu y los agresores fueran miembros de Ernai, las juventudes del partido. Por supuesto, con las consiguientes imputaciones por atentado terrorista y pertenencia a organización terrorista.
La jauría ultra, empezando por Pugilato, ha justificado la agresión aduciendo que el periodista había desvelado la identidad de otra conocida tuitera de ultraderecha llamada Infinita x.com/infinitack No sé si es cierto, pero no tiene nada de especial. En las últimas semanas se han producido múltiples revelaciones cruzadas de nombres y apellidos de tuiteros de izquierdas y de la extrema derecha. Los ultras publican el nombre de un tuitero de la órbita de Podemos, Diario Red publica la de un tuitero de vox...son conductas que el juez competente deberá dirimir si atentan contra la intimidad o no. Pero que, obviamente, no justifican que el afectado, junto con un grupo de matones, espere en la puerta de su casa al supuesto difusor de sus datos para grabarle y agredirle. Nadie de izquierdas lo ha hecho. Sólo los camisas pardas, que buscan cualquier excusa para atemorizar a quien piensa distinto, como parte de su plan totalitario para amordazar a quien les plante cara y facilitar así su mayoría parlamentaria a través de Vox.
Desde sus inicios, los partidos nazi y fascista usaron la violencia política como parte de su estrategia para tomar el poder. Como su propaganda era bastante infumable, había que silenciar a quienes les combatieran con argumentos. Esto implicaba apalizar a periodistas, humoristas, quemar medios de comunicación, sedes de partidos rivales...con las excusas de que habían difamado al Fuhrer o de que defendían ideas desviadas como la homosexualidad (que los ultras identifican con la pedofilia). Estos ataques tenían un doble fin: callar a la víctima directa de la agresión e, indirectamente, generar un clima de terror que disuadiese a los demás de atreverse a plantarles cara. En España están empezando a hacerlo, y mientras los viejos nazis se amparaban en la noche para atacar clandestinamente, aquí para colmo lo graban, con el fin de maximizar el terror. Y lo suben a twitter. Y lo jalean con cientos de comentarios delictivos burlándose de la víctima y pidiendo que lo linchen o que destrocen a todos los de su calaña. En Torre Pacheco, en la puerta de la casa de un periodista, en una sala llena de gente donde un cómico hace su show...se sienten absolutamente impunes.
Y esto sólo puede ir a más si la policía no hace cumplir la ley infiltrándose en sus grupos de telegram, pidiendo órdenes judiciales para intervenir sus comunicaciones, deteniendo a los animales que agreden a cara descubierta y a los tuiteros que hacen apología de la agresión y amenazan (sí, es mucho más grave que un chiste de Carrero Blanco o un show de guiñoles donde se dice "gora Alkaeta") ¿Tienen que apellidarse Garaikoetxea y ser de Oyarzun para que la brigada de delitos informáticos haga algo? ¿Tengo que recordar la larga lista de detenciones por "apología del terrorismo" contra tuiteros independentistas o de "extrema izquierda" durante los últimos años, por cosas como una foto del coche de Carrero volando junto a un mensaje jocoso? La doble vara de medir parece clara. Sus terribles consecuencias para la democracia y las libertades, también. Marlaska, haz que tu gente actúe antes de que sea demasiado tarde.
menéame