La pregunta de partida es ¿Existe el machismo en España? Obviamente sí, y su origen es a veces ideológico, a veces sentimental (misoginia) y a veces una mezcla de ambas cosas. Están los especímenes que consideran que la mujer es genéticamente más débil y tonta que el hombre, y por tanto debe estar subordinada a él (aunque parezca increíble, conozco a varios sujetos que lo reconocen abiertamente, y algunos son jóvenes). Luego están los misóginos que odian al género femenino porque no se comen una rosca o porque han querido dominar a sus parejas y éstas no les han dejado. Los más graciosos son los que acusan a las mujeres de superficiales o de putas, pero ellos (siendo físicamente bastante poco atractivos) sólo aspiran a liarse con chicas despampanantes y, por supuesto, cuantas más mejor.
En el otro extremo, están quienes ven machismo en cualquier actitud que se salga de su particular código de conducta, llegando a volverse odiosos. Hablo de las paridas de los "micromachismos" consistentes en que si no dices "todos y todas" eres machista o si abres las piernas en el metro cuando estás sentado, también (y no un simple maleducado). Estos inquisidores fundamentalistas son quienes más daño hacen al feminismo por cuanto 1) dan argumentos a los machistas para acusar de totalitarismo al movimiento feminista y 2) cansan e irritan cuando te dicen machaconamente que el principal problema de España está en que no usamos un lenguaje inclusivo, mientras hay miles de personas hurgando en los contenedores.
En este orden de cosas, podemos decir que el VERDADERO machismo es un grave problema. El que un hombre prohíba cosas a su pareja, le diga cómo vestirse, le golpee...o el que una mujer se vea discriminada en su trabajo, pierda un puesto de directiva porque su jefe entiende que su naturaleza femenina le impide mandar, sea despedida por quedarse embarazada (aunque no os lo creáis, yo he llevado más de diez casos de esa índole en pleno siglo XXI)...eso sí son problemas de gran magnitud que sojuzgan, denigran y destrozan la vida de cientos de miles de mujeres.
Y es ahí donde llega el momento de discutir las medidas a aplicar para proteger a las mujeres del auténtico machismo:
-Ley de Violencia de Género. Hay quienes dicen que es discriminatoria porque parte de la presunción de culpabilidad del hombre denunciado. El principal objetivo de la medida cautelar que impone esta ley, es evitar que un animal que lleva meses o años agrediendo a su pareja, monte en cólera tras saberse denunciado y acabe matándola. Cualquier persona racional entiende que no puede dejarse a la presunta víctima en una habitación junto al presunto verdugo justo después de haberle denunciado. Habrá quien diga que son sólo presuntos, pero el riesgo a correr es demasiado grande como para permitir eso ¿Qué medidas alternativas planteáis? Porque es obvio que si una mujer afirma haber sido golpeada reiteradamente por un tío que se considera con autoridad para reventarla, no se puede permitir que quede a su merced hasta que las cosas se aclaren. Otra cosa es que, si denuncia falsamente, luego se le condene a indemnizar al falso denunciado.
-Discriminación en la vida pública. Aquí la medida más polémica es la imposición de cuotas para mujeres en listas parlamentarias o en las cúpulas de las empresas (aunque esto último en España aún no se hace). Yo creo que la razonabilidad de la medida depende de lo amplia que sea la cuota. Es obvio que existen empresarios que jamás dejarán que una mujer sea directiva de su mercantil porque consideran que no tienen carácter ni capacidad para gestionar (yo conozco a más de un empresario con esas ideas). El establecimiento de una cuota del 30% para mujeres garantizaría que no sufran esa discriminación, pero que tampoco se establezca un sistema artificial según el cual exactamente la mitad de las personas más capaces e idóneas en un consejo de administración deben ser hombres y el otro 50% mujeres.
-Fomento de la independencia de las mujeres. Seamos realistas: la libertad se reduce drásticamente cuando dependes del sueldo de un tercero. Y es muy probable que ese tercero acabe perdiéndote el respeto si tienes que pedirle dinero hasta para comprarte una camiseta. Todo adulto debería ser autosuficiente y capaz de vivir por sí mismo si un día decide que su pareja no es lo que buscaba. Y a toda persona debería inculcársele desde niña que resulta bastante indigno tener que hacer ojitos a otro para conseguir algo que puedes ganar con tu trabajo. Y que, a largo plazo, esa situación puede derivar en la más triste dominación del que tiene el poder económico dentro de la relación. Por eso considero esencial educar en la independencia, e inculcar desde niña a cada mujer que, al igual que todo hombre, debe ser dueña de su futuro en cada momento de su vida, sin tener que rogar nunca a nadie para que le compre un capricho que puede adquirir por sí misma. Sin independencia, tristemente, no hay libertad plena y, en muchos casos, tampoco hay respeto.
En suma, el machismo es toda conducta que discrimina realmente a la mujer por el hecho de serlo, que coarta su libertad, que le posterga en la vida pública o que atenta contra sus derechos fundamentales, desde la integridad física a la integridad moral. Cualquier persona mentalmente sana condena el machismo, y desde luego que es un problema de primera magnitud. No lo desdibujemos hablando del sexo de los ángeles, y no demos argumentos a los verdaderos machistas para satanizar al feminismo porque nos dediquemos a hacer campañas para que los hombres cierren las piernas en los autobuses mientras hay niños pasando hambre en las calles.