Parece una chorrada, pero la respuesta a esta pregunta está detrás de muchos aciertos y errores, detrás de muchas euforias y depresiones y, sobre todo, detrás de la respuesta que damos a muchas preguntas.
Hay gente que a los cincuenta años aún se acuerda de una humillación que sufrió en el colegio, o de la semana que participó como actor, a los veinte, en una compañía de barrio. La identificación con aquella versión de él mismo llega al punto de hacerse una tarjeta en la que figure su nombre y la palabra actor debajo.
Otro, en cambio, ven su anterior trabajo de mecánico de camiones, abandonado hace cinco años, como algo alejado y que pertenece a la biografía de otra persona, porque ya no se sienten identificados con lo que fueron, ni con las ideas y las aspiraciones de aquel que fueron ellos mismos hace tan sólo cinco años.
Todos cambiamos, pero no todos interiorizamos del mismo modo ni al mismo ritmo esos cambios y lo último que cambia es la percepción de nosotros mismos. Hay quien tiene un día de la bisagra, o de la mudanza, y hay también quienes se convencen de que han seguido siendo los mismos con pequeñas modificaciones que no cambian la esencia ni tampoco la identidad.
¿Pero qué es lo más sano? ¿Aferrarse a lo que fuimos, manteniendo inmutable nuestra identidad, como si de una bandera se tratase, o reconocer que ya no nos gusta lo que nos gustaba, no nos mueve lo que nos movía y a los mejor ni siquiera saldríamos de copas con el que fuimos hace veinte años?
No lo sé. No vengo a dar una respuesta. Vengo sobre todo a leer, si queréis, vuestras opiniones sobre el tema.
Para esto, creo yo, y no para debates políticos estériles, es para lo que están comunidades como esta.
Gracias de antebrazo.
Comentarios
Yo soy siempre yo. Me identifico con el niño que veía luz por la rendija de la ventana y se estrañaba de estar durmiendo si era de día (y sé que no había cumplido 3 años en ese momento, ya que era el dormitorio de mis padres y me cambiaron a los 30 meses a mi dormitorio) Me identifico con el adolescente que peleaba intransigente con mi padre a los 15. Con el chico que besó a mi compañera por primera vez a los 24. Con el hombre que sostuvo a mi hijo mayor a los 36 años. Con el gordito de 120 kg de hace 8 años y con el más enforma con 70 kg de hoy. Con el cuatro ojos que he sido casi toda la vida y con el que no usa gafas desde hace dos años.
Yo soy yo y mis circunstacias. Pero sobre todo soy yo independientemente de ellas. Una identidad comprimida por el puzle social en permanente confrontación (nunca un ladrillo en el muro)
Hace unos años ya que voy diciendo una frase que le sabe un poco a cuernos quemados a mis amigos (somos amigos desde hace 18 años, nos conocemos y conocíamos bien)
La frase, que no siempre digo igual pero siempre significa lo mismo reza:
"Difícilmente el hombre que somos hoy, se ganaría la aprobación del hombre que fuimos ayer, pero a su vez, nuestra versión actual no podría mirar a los ojos de su antigua versión sin cierta condescendencia"
En resumen, cambiamos, nos adaptamos, y sin duda nos convertimos en algo que nuestro yo pasado, más idealista e iluso, no querría llegar a ser.
Esa realidad es incómoda para muchos.
Lo único que podemos hacer respecto a eso, es intentar cambiar a mejor, porque no cambiar, es imposible.
#5 yo añadiria a tu frase de reunión de viejas amistades que "los que nos hicimos amigos hace X tiempo, difícilmente hoy podríamos volver a repetirlo habiendo cambiado tanto desde entonces"
#36 con estos amigos en particular, si, hemos cambiado todos en la misma tónica. Con los del instituto, no, de hecho debo quedar con uno desde hace meses y me da una pereza del carajo. Por mucho que hace 20 años fuera mi mejor amigo.
Hay partes de mi que no cambian nunca, y otras que sí. Tiendo a creer que mejoro, quizás por aquello del optimismo o porque se supone que con la edad vas aprendiendo y no al revés.
Por eso a la hora de valorar la actitud de gente mucho más joven o mayor que yo, tiendo a ser cauto. Es posible que yo hubiera hecho lo mismo o haga lo mismo en el futuro que esas personas que ahora estoy tentado de criticar.
Sin duda el primer "gran cambio", así se llama en mi familia este periodo de la vida, es la pubertad. No soy ese adolescente ni ese niño, lo fuí y lo veo desde lejos como cuentas, pero al recordar ciertos factores de mi vida en esa epoca veo que me han definido como soy yo ahora. Por ejemplo, cuando estaba en el instituto, vivo en un barrio humilde de Madrid, tenia que guardarme comida en el bolsillo porque mis mejores amigos se quedaban en el parque una hora porque no tenian dinero para ir al comedor, todos inmigrantes y ahora sin duda me puedo considerar una persona que siempre quiere ayudar a los que no tienen.
Nunca dejas de ser alguien, como todo en la vida, todo cambia y más rapido de lo queremos, pero esos cambios son los que te definen como persona y la unica manera de no caer en la depresión es aceptar quien has sido y quien eres y si hay que cambiar te toca agarrarte de los machos y darlo todo por tener ese espiritu del chaval que queria comerse el mundo.
#12 Gracias. Pienso que esa frase de "ya no soy aquel que hizo aquello" no es más que una excusa (necesaria si me apuras de higiene mental) para reconocer un error cometido. Reconocerlo sin hacernos mucho daño, claro.
¿Soy el mismo que aquel crío que jugaba con petardos y una vez le hizo daño a un amigo sin querer? Sí. El mismo. ¿Lo volvería a hacer ahora? No. Pero soy el mismo. (No fue nada grave lo del amigo, se chamuscó un dedo, nada grave.)
¿Soy el mismo que le dijo a aquella chica que no le gustaba porque vestía de negro y me parecía fea de negro y que la hizo llorar porque a ella yo le gustaba mucho? Sí, soy el mismo. ¿Lo haría ahora? Tendría más tacto para no hacer sufrir gratuitamente a nadie.
¿Soy mejor persona que entonces? Posiblemente, pero tampoco estoy seguro, al hacerme mayor (viejuno) tengo más en cuenta los sentimientos, las filias y las fobias de los demás... porque al fin y al cabo el otro es un poco tu reflejo.
Una vez en un trabajo (con gente malvada, en serio, malvada de libro) dije que prefería actuar bien a actuar mal, porque si me encuentro en el camino a alguien que hace mucho más bien que yo la ganancia humana es inmensa y actuando mal siempre, siempre, siempre te vas a encontrar con alguien que es mucho más malvado que tú y te hará sufrir lo indecible.
#14 completamente de acuerdo. Yo podría dejar aquí una antologia de mis errores.
Soy mejor persona que entonces? Posiblemente, pero tampoco estoy seguro
Dudo exactamente igual que tú. No es cuestión de ser mejor persona. Es que no quiero que me traten mal cuando cometa un error, y la mejor manera de conseguirlo es tratarnos a todos como si fuéramos imprescindibles, y respetar a los demás en sus peores momentos (de ignorancia, de maldad...).
A veces pienso... ¿Este cambio de actitud lo habría tenido si no hubiese sufrido aquel traspiés? ¿Sería bueno si no necesitase el cuidado de los demás? Innegablemente, nos necesitamos los unos a los otros. La conciencia nunca está completa con un solo individuo.
Saludos.
#16 Muy cierto. Y sobre todo tratar a los demás con empatía.
#17 he editado el comentario por si quieres leerlo completo 😂 sí, efectivamente. Aunque la empatía es un ideal inalcanzable, cada día lo tengo más claro. Pero hay que perseguirlo.
#9 Uno es un gran actor de su propia vida, interpretando papeles por épocas o circunstancias o caprichos. En el gran teatro de la vida uno es el actor del personaje que toque en ese momento.
#10 claramente, compañero/a.
Nuestra imagen social es ineludible. Es de esas cosas que te obligan a representar un papel. Por ejemplo, a la hora de seducir a alguien sexualmente, actuamos motivados por roles. Ya es un gran paso ser consciente de ello, para que al menos te tomes con humor los inconvenientes que acarrea.
Si cometes un error y alguien te pide explicaciones años después, ¿qué cara pondría esa persona si le dices: lo siento, ya no soy aquel y no deseo responder siquiera por aquello, porque ya me cuesta entender por qué hice lo que hice? Siempre hay un hilo conductor en nuestra biografía.
Saludos y un placer leerte.
Lo que duran dos peces de hielo En un "whisky on the rocks"
#25 La única manera de defender la libertad de expresión es hacer uso de ella ante los colectivos que buscan imponer su ideología usando las estratagemas legales o normativas de las instituciones, foros y sistemas que nos sirven para comunicarnos.
#26 se te recordara como un valiente
#27 No te creas el texto de #0 trata de psicología profunda, fidelidad, identidad para con uno mismo, son conceptos que para las mujeres (prácticas y buscadoras de utilidad pura) les son alérgenos, o no los entienden... o su visión práctica material de usabilidad del mundo les hace verlos con desprecio o simplemente pasan de ellos pues no hay ningún eco en su interior que les haga entender el significado. La proporción de hombres tratando temas de filosofía profunda en comparación de mujeres determina de forma clara su manera de sentir para con la vida.
Prueba a hablar a cualquier mujer que no esté forzada por quererte usar, a hablarle de fidelidad, identidad, espíritu, honor... Conceptos que trascienden lo material y verás la cara de insustanciabilidad que se les pone.... Si busca "domesticarte" te elogiara o buscará formas de estar de acuerdo, da igual el tema del que le hables, es automático...
Siempre es igual, ojalá el feminismo las libere y se independicen de los hombres a todos los niveles cuanto antes, a ver si despertamos todos a la vez de los engaños de los instintos.
#28 El feminismo, al ser una serie de mentiras que usan de los instintos, difícilmente puede liberar nada.
#26 Y apoyar al que la usa, aunque no estés de acuerdo en nada, o te caiga como el culo.
Es lo que yo hago por ejemplo con Otegi. Me parece un tipo despreciable (opinión personal), pero no estoy dispuesto a que nadie le aplique el delito de apología. No me jodas...
#30 o barbijaputa con sus dos ovarios ahí diciendo sandeces.... Todo mi apoyo.
#31 Esa loca puede decir todas las barbaridades que quiera. Eso no es un problema. Lo que sí que es un problema es que te censuren cuando la criticas.
Pues yo me doy unos 6 meses de margen... Cuando veo el código de hace 6 meses siempre pienso, quien es el patán que ha hecho esto, y al ver el history digo... tierra tragame.
Tonterías a parte, me doy de margen hasta la ultima época de grandes cambios en mi vida. Cambios de trabajo, de pareja, de familia, de ideas, pero aun así me sigo sonrojando/decepcionando con cosas que hice en el instituto, en mi primer trabajo, mi primera pareja etc...
Creo que nunca se puede pasar pagina de todo, de aquello que fuiste salio esto que eres, y aunque no seas tu, si no una version mejor o peor (yo considero que he mejorado sustancialmente con los años), sigues siendo responsable en parte de ello.
Soy siempre yo.
Haga esto o haga aquello soy yo. Y si cambio de opinión también soy yo. Puedo pensar que algo es azul y luego que algo es verde, soy yo.
Lo que pensaba de adolescente también soy yo (nótese que no digo fui yo). Cuando he dejado de hacer cosas de juventud también soy yo, y cuando las hacía también soy el yo de ahora.
Mi concepto del yo no tiene nada que ver con la imagen que yo prefiera tener de mí.
Soy siempre yo.
#7 suena muy real lo que dices. Al final, si cometes un error en tu pasado y la gente te lo tiene en cuenta el resto de tu vida, por mucho que digas "no soy el mismo de antes", a todo el mundo le parecerá evidente que sí que lo eres, con la salvedad de que has cambiado tu forma de pensar.
#0 pedazo melón has abierto, felicidades.
Según el kybalion en el principio de género existen dos yoes en todo momento, uno es el interno y energético, el que al callar encontramos, la fuente de energía que nos mueve, el otro es el personaje, el que está adherido a nuestro cuerpo, indefenso y que terminará muriendo en esta vida.
En mi opinión el cambio del yo personaje es constante, y la variables del entorno lo van mutando con intenciones de sobrevivir en las mejores condiciones posibles, de ahí sus múltiples caras y cambios de opinión, en cambio el yo interior muta y aprende mucho más despacio, ese es trascendental y busca en la inmaterialidad comprender la eternidad y sabedor de su poder manejar los conceptos energéticos y mejorar sus aptitudes vida tras vida.
Un saludo y felicidades por tus inquietudes.
Por supuesto a mi eso me resuena y el camino de contacto entre uno y oro es concienciar.
#40 Eso no me lo dice usté en la calle
Bueno, ya lo decía un tal Heráclito de Éfeso: "ποταμοῖς τοῖς αὐτοῖς ἐμβαίνομεν τε καὶ οὐκ ἐμβαίνομεν, εἶμεν τε καὶ οὐκ εἶμεν τε.", para aquellos que no tenemos ni puta idea de griego clásico, ni del otro pero que se nos da bien el copy+paste significa: "En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos]".
El Ebro es el mismo Ebro de hace 3000 años pero su cauce ha cambiado, sus aguas lo hacen segundo a segundo, sus ciudades, sus campos, su contaminación, etc... yo soy el mismo de hace medio siglo, pero he cambiado y mucho y algunas veces no reconozco a mi yo de hace una década, otras veces al de hace una semana, depende de las cosas que te pasen en la vida.
#0 El río de Heráclito, el barco de Teseo y el corderillo de Jasón... ahí lo dejo. #33 ah, ya se me adelantó un intelectual
A ver, amigos: le ponemos banda sonora al artículo y de paso promocionamos un sub que me parece cojonudo y tiene sólo 7 seguidores:
Die Toten Hosen // „Tage wie diese"
Die Toten Hosen // „Tage wie diese"
youtube.com#25 Por lo pronto le va mi positivo para que tengan de dónde descontar
Cuerpo a tierra que vienen los nuestros
#0 En general vamos diciendo todos algo parecido: que lo que somos es consecuencia de lo que fuimos, porque el personaje, o persona actual es acumulativo.
Lo que a veces me pregunto es hasta qué punto y hasta qué ,omento de sostener mis fidelidades, o cumplir mis promesas, las que me hice a mí mismo.
De hecho, como veis, me cito al principio del comentario, porque le hablo al tío que escribió ayer el artículo...
Una pena que ya no esté para responder.
#19 Hola! A raíz de tu reflexión, pienso que no tenemos que sostener nada, sino relacionarnos continuamente con todo (incluidas esas "promesas", "fidelidades"), e integrar aquí y ahora nuestras nuevas percepciones. Es verdad que a veces da vértigo el continuo "desapego".
Recuerdo cuando de adolescente, siempre trataba de ser "fiel a mis ideas" pero no tenía ni una idea clara. Qué desastre
#19 Ser hombre es problemático, debido a nuestro inherente sentido de la honorabilidad probablemente nacido de las luchas de nuestros ancestros en grupos contra la Naturaleza. O manteníamos nuestra palabra o el grupo se descomponia y peligraban nuestras vidas y nuestras familias.
En cambio si fueras mujer no te preocuparía fidelidad alguna, ni a ideas ni a principios, cambiarías tus opiniones profundas según el momento destrozando la vida emocional de quien sea que estuviera a tu lado.
Y procurarias la censura de quien opinará distinto a ti, cual princesa que te sientes.
En cualquier caso los principios de tu yo interno no creo que cambien mucho a lo largo de tu vida, creo que tu estas hablando de los cambios intrínsecos que se suceden en tu yo personaje, pero para ahondar en ello deberías saber ¿de donde salen las ideas que tienes o has tenido? ¿De tus padres, madres, parejas? ¿Qué mujer te está manipulando ahora y cuanta información te falta por leer o pensar? Respondiendo a todo esto tendrás un pequeño esquema de las ideas de tu personaje y verás que más que suyas son de la experiencias e influencias tenidas.
#19 A riesgo de que los feministas y sus aliados me acusen de hacer un uso excesivo de mi libertad de expresión, entre una mujer y sus sueños sola hay una pregunta ¿Quien o que institución, persona o humano va a hacer mis sueños realidad?
Dicho queda.
#23 alabo una sana misoginia troll como el que más, pero jodo como te sobras.
Te van a crujir
#19
Cambiamos, decepcionamos las propias expectativas que tuvimos hacia nosotros, cometemos actos imperdonables ante aquel hombre que fuimos, pero rara vez, muy rara vez, nos equivocamos con las promesas que nos hacemos a nosotros mismos, ya que normalmente, el intentar cumplirlas, nos convierte en aquellos que ahora somos.
Yo al menos he cambiado mucho, a veces me miro al espejo y veo un fuego de odio en el fondo de mis ojos, replicandome por representar en parte, el tipo de persona que hace veinte años detestaba. Eso no quita que soy quien soy por ser fiel a ciertas promesas encadenadas (o pequeños hitos autopropuestos) que aquel chaval se hizo.
Y en el fondo, sigo siendo una persona de principios e ideales, más pragmática pero igualmente buena.
En mi caso nunca me he planteado romper las promesas que me hice, sería como romper con la esencia de la persona que soy.
Más diré, la última promesa importante que me hice la cumplí el 27 de diciembre de 2017, desde entonces me he propuesto relajarme y me he hecho una propuesta más blanda, "llegar con estabilidad en mi vida a los 40"
Te define lo que haces realmente y no sólo lo que piensas. Porque el problema de mucha gente es pensar de tal forma y actuar de otra.
Yo tengo unos ideales y una forma de actuar, que será mejor o peor, pero desde luego yo no cambio porque me den dinero, por ejemplo, no cambio porque una empresa me diga algo. Vamos soy como algunas bicicletas de piñón fijo. Y salvo que alguien me diga que estoy equivocado y realmente lo esté, sigo pensando y haciendo lo mismo.
Obviamente como muchas personas, desde su niñez, tenía unas espectactivas que no se han cumplido para mí mismo. Lo típico, quiero ser tal o cual y trabajar en tal o cual. Sigo pensando, por ejemplo que he estado perdiendo el tiempo y que a lo mejor debería haber dejado de estudiar antes, porque tengo tres ciclos que en realidad no me están sirviendo para nada. Me hace gracia, aunque lo agradezco, a mis amigos y amigas, como me dicen ¡con lo bueno que eres y no tienes trabajo!. No me gusta definirme como bueno o malo, porque siempre va a haber muchas personas mejor que tú, pero también peor o eso es lo que debería pensar si quiero ser sincero conmigo mismo. Y a la vez a lo mejor no soy tan bueno. También es cierto que las entrevistas de trabajo no son lo mío, por una o por otras siempre la pifio.
Salu2
Tiendo a pensar que siempre he sido yo y seré yo, no tiene sentido negarte a ti mismo. Lo que me cuesta percibir (o admitir) es que me estoy haciendo mayor, supongo que estoy intentando contagiarme del síndrome de Peter Pan a propósito.
Desde hace 57 años soy las misma inexistente ilusión del yo.
Este tema me trae a mi de cabeza. Romper con tu identidad pasada genera sentimientos desagradables cuando te encuentras con gente que vive en perfecta armonía con su pasado, ya sea porque no lo han olvidado y lo acogen con cariño, ya sea porque parece que no han cometido errores o vivido circunstancias a las que les den importancia.
Yo he optado últimamente por crear una historia personal que tenga en cuenta mis errores, ya sean eventuales o largos como mi biografía. Porque a pesar de ellos, he hecho otras cosas bien.
Por otro lado, pretender que uno sea completamente distinto a raíz de un cambio de trabajo, de una mudanza, o tal... Es una ilusión. No es real. Somos quienes somos porque fuimos quienes fuimos.
Un amigo me dijo del típico matón: "si hoy es bueno, tan malo no habrá sido". A veces es simple ignorancia y automatismos...
El problema de le pregunta es qué consideramos ser "idénticos". Solo por cambiar de tema, es como considerar si una onda que se desplaza en una cuerda es la misma que era hace unos segundos, ya que esa onda no transporta materia solo es una perturbación pasajera.
A mi juicio, siempre he sido el mismo, y es que cambiar es parte de mi propia identidad.
Con lo que cambio de opinión, entre 1 y 2 segundos
gracias por el " temazo ". Precioso.
Muy interesante tu pregunta, pero la imagen que te has puesto me da miedo. Se parece a ti mismo ahora?