—La vida es maravillosa, ¿no crees? —Si, es la ostia. Ayer mismo, mis colegas y yo bajamos al rio, no pescamos nada, pero nos pillamos una buena. -Sonrió. Sara perdió un pendiente, estuvo como una hora buscándolo con la linterna, y nosotros mientras riéndonos, no de ella, simplemente reíamos. Al final no lo encontró, pero bueno, solo es un pendiente. —Os lleváis bien, ¿no? Tu y tus amigos. —Si, son los mejores. Siempre están ahí para echarnos unas risas. Siempre hemos …