Hace 7 años | Por tnt80 a astronomy.com
Publicado hace 7 años por tnt80 a astronomy.com

Usted pensaría que un agujero negro con una masa 160 millones de veces la de nuestro sol sería difícil de mover - y estaría en lo correcto. No obstante, astrónomos han localizado un posible "agujero negro renegado" desplazado del centro de una galaxia elíptica situada una distancia de al rededor de 3 900 millones de años luz.

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Este agujero negro supermasivo puede ser el resultado de que una fusión galáctica lo impulsó fuera de su sitio.

Usted pensaría que un agujero negro con una masa 160 millones de veces la de nuestro sol sería difícil de mover - y estaría en lo correcto. No obstante, astrónomos han localizado un posible "agujero negro renegado" desplazado del centro de una galaxia elíptica una distancia de al rededor de 3 900 millones de años luz.

En un artículo aceptado para su publicación en el Astrophysical Journal, el autor principal Dongchan Kim del National Radio Astronomy Observatory en Charlottesville, Virginia, y sus colegas describen su descubrimiento de un agujero negro supermasivo cuya emisión de rayos X - una señal de crecimiento debido al influjo de material nuevo en el agujero negro - está desplazada del centro de su galaxia anfitriona cerca de 3000 años-luz.

El agujero negro, llamado CXO J101527.2+625911, no fue fácil de encontrar. Primero los autores tuvieron que examinar los datos de cientos de imágenes de rayos X del Chandra X-ray Observatory para encontrar una galaxia que mostrase signos de un agujero negro supermasivo acretando. Examinaron estos candidatos con el telescopio espacial Hubble para buscar dos "picos" de brillo en las imágenes ópticas, lo que indicaría uno de dos posibles escenarios: o bien un par de agujeros negros supermasivos acretando, o un solo agujero negro renegado expulsado de su galaxia.

Finalmente, los autores examinaron con el Sloan Digital Sky Survey los espectrogramas de cualquier galaxias cuyas características coincidieran con los dos criterios previos. Los espectrogramas son observaciones que separan la luz en las partes que la constituyen, permitiendo a los astrónomos identificar ciertos tipos de procesos -como la acreción - e identificar claramente el movimiento.

Los agujeros negros supermasivos yacen preferentemente en el centro de sus galaxias anfitrionas, de donde no se mueven mucho. Cuando uno de ellos está claramente desplazado del centro, entonces, probablemente signifique que está ocurriendo algo interesante. Los astrónomos están buscando casos como estos porque pueden arrojar luz sobre la formación y comportamiento de los agujeros negros supermasivos así como de las galaxias en las que residen.

CXO J101527.2+625911 muestra tanto un desplazamiento como un movimiento diferentes. Su velocidad no coincide con el movimiento general de su galaxia anfitriona, llevando a los investigadores a pensar que está experimentando el retroceso de una fusión de agujeros negros previa. Cuando dos agujeros negros se fusionan, previamente han de moverse en espiral el uno hacia el otro, perdiendo cada uno momento angular hasta que finalmente colisionan. Debido a que los agujeros negros son muy masivos, este proceso genera ondas gravitacionales. Diferencias en la masa, el giro y la orientación de los dos agujeros negros en fusión causan asimetrías en las ondas gravitacionales producidas, lo que en el momento final de la fusión pude dar al objeto resultante una gigantesco impulso en una dirección determinada. Esto es llamado retroceso, y resulta en un solo agujero negro supermasivo moviéndose en una dirección diferente a la de su galaxia anfitriona.

Si este escenario le suena familiar, es porque otro caso de un agujero negro potencialmente en retroceso fue reportado recientemente, basado en imágenes tomadas con el Hubble.

El grupo de Kim reconoce que es posible un escenario alternativo: la galaxia quizá tenga dos agujeros negros supermasivos, uno de los cuales (en el centro) o bien no está creciendo tan rápidamente como el otro, o bien su emisión está velada. Pero siguen prefiriendo el escenario del agujero negro en retroceso, ya que la galaxia anfitriona también muestra signos de alteración en sus regiones externas y una rápida formación de nuevas estrellas, ambas características de una fusión reciente con otra galaxia, lo que aumenta la probabilidad de un agujero negro en retroceso.

Se necesitan más datos, según los autores, para proporcionar más pruebas de un agujero negro en retroceso y fijar el escenario correcto."