El contrato de trabajo se supone contrato consentido libremente por ambas partes. Pero se considera libremente consentido desde el momento en que la ley estatuye en el papel la igualdad de ambas partes. La fuerza que la diferente situación de clase da a una de las partes, la presión que esta fuerza ejerce sobre la otra parte, la situación económica real de ambas, todo esto no le importa a la ley. Y mientras dure el contrato de trabajo, se sigue suponiendo que las dos partes disfrutan de iguales derechos, en tanto que una y otra no renuncien a ello expresamente. Y si su situación económica concreta obliga al obrero a renunciar hasta la última apariencia de igualdad de derechos, la ley de nuevo no tiene nada que ver con ello.
Friedrich Engels - El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado
Comentarios
Y es por eso que no hay que poner palos en la rueda a la creación de empleo.
Son las empresas las que deberían pelearse por contratar trabajadores, y no al reves
#1 Lo que dices no tiene sentido ni veo que tenga relación siquiera con el texto
Lo que dice el texto es que la ley considera que hay un supuesto acuerdo entre iguales entre empresario y trabajador cuando en la realidad no es así, porque el trabajador está obligado a aceptar el trabajo si quiere comer
La ley en este país es garantista con el trabajador. Le protege porque la legislación mercantil debe proteger a la parte débil en el contrato. Por eso todas las obligaciones recaen sobre la empresa y el trabajador solo debe poner la mano y cobrar. Tal y como lo pintas parece que no tengamos sueldo mínimo, prestación de desempleo, contratos indefinidos, indemnización por despido improcedente y demás medidas proteccionistas.
#2 Hay varias cosas que dices que son falsas. Para empezar, la ley es garantista con todos los ciudadanos a nivel formal y no sólo con el trabajador. Las relaciones laborales no se rigen por la legislación mercantil sino por la legislación laboral. El trabajador también tiene obligaciones legales como trabajador y no sólo las tiene el empresario. Todas esas medidas proteccionistas existen precisamente porque el legislador reconoce que el trabajador está en una situación desigual respecto del empresario, que es precisamente lo que denuncia Engels en su texto
#4 Tienes razón con la legislación mercantil, fue un lapsus.
En cuanto a las obligaciones del trabajador, yo hacía referencia a las obligaciones fiscales del trabajador, en espacial en materia burocrática. Ya que, a parte de la anual del IRPF, no está obligado a hacer ningún otro trámite y por tanto cualquier irregularidad en su estado laboral es responsabilidad de la empresa. El alta en la SS por ejemplo. No se entendía bien en mi primer comentario y agradezco el matiz.
En cuanto al último punto estoy de acuerdo contigo, creo que así se entiende en mi comentario. El empleado y el empleador están en una situación desigual y la ley debe velar para equilibrar adecuadamente esta asimetría.