Hace 6 años | Por palehari a playgroundmag.net
Publicado hace 6 años por palehari a playgroundmag.net

Esto se llama tomarse la vida con filosofía. Envuelto por un charco de aceite y atrapado en una sartén para terminar en el estómago de algún comensal, este cangrejo vivo decidió que, ya que iba a acabar en la tripa de alguien, él también tenía todo el derecho del mundo a saciar su hambre.