Se trata de un guardia de seguridad de 31 años llamado Doug quien se apoda “Paul Flart” en las redes sociales y su especialidad es tirarse gases. Su perseverancia lo llevó a la fama en Instagram pero todo terminó de la peor manera cuando sus jefes lo descubrieron y echaron. Doug vive en Florida, Estados Unidos y publicó videos por más de seis meses que son idénticos en su formato. El sujeto se ve en primer plano, con su uniforme, sentado en la oficina y a veces haciendo muecas sorprendido de su “poder”.
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Y además, antes del acto, aclaraba: "este para mi jefe".