Tonia Rossington es una inglesa quien cansada de sus prótesis, decidió quitárselas mirando un tutorial. Su médico le explicó que sólo podían operarla en un hospital público si “se rompían o causaban un dolor”.Rossington compró una botella de desinfectante, guantes, bisturí, y comenzó a auto-operarse. Al hacer el corte en el pecho derecho se dio cuenta que comenzó a salir líquido del implante, ya que se había roto, y entonces lo sacó por completo. Luego repitió con el izquierdo y partió hacia el hospital donde tuvo que ser atendida de urgencia.