A menudo nos presentan listas de semejanzas entre lenguas lejanas (vasco y ainu, galés y mandan, hebreo y quechua, hebreo y todas las demás lenguas, vasco y cualquier otro idioma...), junto con la afirmación de que tales semejanzas "no se pueden deber al azar". Los lingüistas descartan tales listas, por varias razones: se obvian los préstamos y la composición nativa, las equivalencias semánticas ofrecidas son peculiares, y ni se intenta encontrar correspondencias sonoras sistemáticas. [Incluye muchos ejemplos; y programa en C para simulaciones]
Comentarios
El artículo lo encontré en la sección de lecturas recomendadas del curso del MIT "Introduction to Linguistics"
https://ocw.mit.edu/courses/linguistics-and-philosophy/24-900-introduction-to-linguistics-fall-2012/readings-and-other-materials/
(El temario del curso se puede descargar en PDF, lo ojeé y tiene muy buena pinta, toca temas muy diversos; ideal como punto de partida para zambullirse en la lingüística).
¿Cómo de probables son las semejanzas?